Una turista acude para una prueba al centro médico de Cala en Forcat, que ya ha abierto en esta urbanización de Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

TW
0

El centro médico de Cala en Forcat, perteneciente a la Red Asistencial Juaneda, es el último que se ha sumado al dispositivo montado por el grupo sanitario privado en las urbanizaciones, con el objetivo de acercar y facilitar la realización de pruebas diagnósticas de la covid-19 a los turistas. En la actualidad son ya cinco los centros periféricos de Juaneda que funcionan en las zonas turísticas de Cala en Bosc, Cala Galdana, Arenal d’en Castell, Son Bou y Cala en Forcat, y un equipo de veinte personas se dedica en exclusiva a la tarea de atender la demanda de pruebas diagnósticas del coronavirus en dichas urbanizaciones.

Estos centros se suman a las dos clínicas, una en Maó y otra en Ciutadella, donde también se realizan pruebas PCR y tests de antígenos y en las que se hallan los laboratorios para procesarlas, ahora ya en un breve plazo de tiempo: unas dos horas para el test de antígeno y unas 24 horas para la PCR.

El objetivo es que los turistas que deben presentar pruebas a su regreso a su país de origen puedan hacérselas cerca, donde pasan las vacaciones, y en el menor tiempo posible. «Aprovechamos las instalaciones e infraestructura que ya tenemos en las urbanizaciones, y hemos puesto en marcha el dispositivo de manera escalonada, en paralelo a la apertura de los establecimientos turísticos», explica el director gerente de Juaneda, José Luis Bosch.

Noticias relacionadas

La organización del dispositivo no es fácil, depende de normativas que cambian y se actualizan constantemente, y cada país tiene unos criterios de entrada distintos. «Hay que hacer un seguimiento diario de cada país y su normativa», explica el responsable de la red. Por ejemplo Francia, que impuso a principios de año la PCR negativa obligatoria para entrar en el país, acaba de abrirse al turismo y ya no requiere PCR a las personas vacunadas, mientras que para los no vacunados admite PCR o también el test de antígenos negativo. «Realizar una previsión es complicado, vamos semana a semana», apunta Bosch, quien añade que de momento la mayor demanda procede precisamente de turistas franceses, seguidos de los alemanes, portugueses e italianos.

De forma escalonada

Los centros periféricos han esperado a la apertura de hoteles y el regreso de la vida a las urbanizaciones para, al mismo tiempo, abrir sus puertas y ofrecer la asistencia sanitaria habitual más las pruebas diagnósticas del coronavirus. Cuando todos estén en funcionamiento la red la formarán diez centros periféricos; el próximo en abrir se espera que sea el de Cala en Porter y a lo largo del mes de junio y principios de julio lo harán los de Binibèquer y la urbanización de Son Parc. Cala Galdana fue el primero, a finales de mayo, ya que también fue la primera zona turística en reactivarse, con el grupo Artiem y después el Melià. La progresiva reapertura en otras zonas, como Son Bou con el ‘Royal’ o la última, el hotel Almirante Farragut en Cala en Forcat, ha propiciado a su vez el funcionamiento del dispositivo sanitario.