Doce policías locales vigilaron frente al palacio del caixer senyor a la hora del primer toc | Josep Bagur Gomila

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La directora insular de la Administración General del Estado, Isabel López Manchón, no se mostró sorprendida por los macrobotellones que se suceden en Sant Joan desde el martes. «Es una cuestión muy complicada, pero ya pensaba que esto podía suceder» en el marco del final de la desescalada en la que se encuentra el país.

La junta de seguridad de Sant Joan, que ella presidió, marcó la presencia disuasoria de los agentes nacionales y locales, además de los avisos por megafonía, «pero el Ayuntamiento no planteó filtros para limitar aforos». Se estimó que podían acudir entre 12.000 y 15.000 personas entre los dos días, «mucho menos que otros años, pero más que en el anterior».

Isabel López recuerda que «la responsabilidad es de cada uno porque todos sabemos lo que no se puede hacer pero la gente está con muchísimas ganas de salir, los jóvenes especialmente», y recuerda que la relajación de las restricciones ha creado una sensación de permisividad que ha llegado poco antes de la celebración de Sant Joan. Por este motivo, afirma que «no ha jugado a favor del control de la gente que en dos días ya se vaya a poder pasear sin mascarilla en el exterior porque se genera la idea de que el virus ya está superado, y no es así».

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En todo caso, Isabel López, recuerda que Menorca ya no está en nivel de restricción 3 o 4, que hay libertad de movimientos «y de alguna manera es inevitable que se produzcan estas concentraciones más numerosas pese a que haya más presencia policial y más controles».

Sostiene la directora insular que en ningún caso «haremos de Ciutadella un estado de excepción» ante las fiestas, al tiempo que pide responsabilidad a todos.

Por otro lado, las imágenes que deja Ciutadella «no son diferentes a las que se ven desde el final del estado de alarma en Madrid, Palma u otros muchos lugares», apunta también el regidor ciutadellenc de Seguridad Ciudadana, Sergio Servera. Son básicamente botellones de gente joven, con ganas de fiesta «ante quienes está siendo muy difícil controlar la situación en todos los sitios».

Servera, no obstante, opina que habría sido más conveniente que los refuerzos de la UPR hubieran estado presentes en Ciutadella el martes puesto que no llegaron hasta estre miércoles.