El economista Santiago Lafuente Mir, al frente de Coinga. | Gemma Andreu

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Santiago Lafuente Mir (Maó, 1972) accede a la presidencia de Coinga desde la secretaría del consejo rector de la Cooperativa Insular Ganadera, que desempeñaba desde octubre de 2014. Su padre, el coronel Lorenzo Lafuente, ejerció como presidente de Coinga desde 1990 a 2014.

¿Cuáles son sus objetivos?

—Mantener y conservar los logros conseguidos para mejorar el campo de Menorca, y eso pasa por obtener unas rentas agrarias dignas y acordes con los esfuerzos de los propietarios y l’amos.

¿Y cuál es la prioridad?

—Aumentar la renta agraria y para ello cada uno debemos hacer nuestro trabajo. Desde Coinga, abrir mercados, adaptar el producto a los clientes sin perder nuestra esencia y luchar para aumentar los precios. Al mismo tiempo, ayudar a las explotaciones, desde el inicio de la cadena de valor, a mejorar en la gestión de los llocs y reducir los costes.

¿Tiene futuro el campo de Menorca, concretamente la ganadería de leche y queso?

—Sin duda, tiene futuro. Elaboramos productos de calidad reconocida, imposibles de producir en otro lugar, como el queso Mahón-Menorca. Hay que innovar en todos los procesos, comercializar. Juntos podemos abordar actuaciones que de forma individual no podríamos. El sol sale para todos y todos somos libres de tomar nuestras decisiones, pero debemos ser coherentes con nuestras elecciones, no podemos acudir a los demás sólo cuando los necesitamos. Juntos tendremos capacidad de abordar iniciativas de cierta dimensión.

¿Cómo conseguir la rentabilidad de las explotaciones?

—Ha que abordar costes y precio. El precio es el valor con que el mercado marca con su implacable voto diario a nuestros productos. Hay que mejorar producto en todos los aspectos, o sea, es atacar el precio. Y los costes, en todos los niveles de producción desde las explotaciones y en Coinga Fuimos de los primeros en trabajar con gas, ahora hemos invertido en la mayor planta de placa solares... Pero ser exigentes con nuestro producto también implica costes y hay que ponerlo en valor. Tenemos que ayudar desde Coinga a las explotaciones de Menorca en todas estas tareas.

¿El principal problema es la comercialización?

—Nos enfrentamos a varios problemas que debemos saber convertir en oportunidades y fortalezas: costes de insularidad -que debe compensar la nueva PAC, porque en caso contrario incurremos en los mismos errores del pasado-, costes de las materias primas, de los combustibles, y de los márgenes ajustados en toda la cadena de producción que acaba inexorablemente en el valor final que percibe el cliente.

¿Comparten el contenido de la Estrategia Agraria que presentó el Consell el martes?

—No en todos sus aspectos.