Imagen tomada a las 11 de la mañana en Cala en Turqueta. | Gemma Andreu

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Hay cosas que no cambian, ni siquiera en tiempos de pandemia. Las playas vírgenes del sur de Ciutadella (Macarella, Macarelleta, Cala en Turqueta ySon Sa Saura) siguen registrando una gran afluencia de turistas cada día. A las dos primeras, desde hace unos días, ya solo se puede acceder en autobús, mientras que    el resto ven cómo sus aparcamientos se cierran desde primera hora de la mañana al completarse el aforo.

Ayer, primer domingo de julio, se confirmó esa tendencia en una temporada que sigue estando marcada por la incertidumbre. Alas 9.25 de la mañana, las señales luminosas informativas en la Ronda Sur ya avisaban de que el aparcamiento de Cala en Turqueta estaba lleno. Una hora más tarde cerraba el de Son Saura. Según explicaba un informador en el acceso a esta última playa, durante la semana los turistas incluso madrugan algo más todavía. El sur se lleva la fama, pero tampoco nos podemos olvidar del norte, donde el pasado sábado también se llegaron a completar las 400 plazas de La Vall.

Los turistas empiezan a tener claro que en el caso de las calas vírgenes de Ciutadella uno no va a la playa cuando quiere, sino cuando puede. A las 9.45 de ayer, una pareja de visitantes madrileños relataba cómo tras no haber conseguido billetes de autobús para ir a Macarella el sábado, ayer no tuvieron más remedio que reservar plaza a primera hora y madrugar. El conductor de uno de los servicios de la tarde reconocía que «la ocupación está siendo alta», razón por la cual está previsto que hoy comiencen a reforzarse el servicio con más plazas.

En el punto de control de Sant Joan de Missa, una informadora relata que los días de más actividad son de lunes a jueves y que por el momento no está habiendo atascos. Sin embargo, el tráfico fue denso durante toda la mañana de ayer, y eso que los luminosos ya anunciaban que los accesos estaban cerrados. Ello obedece a que, a pesar de la advertencia, son muchos los que intentan probar suerte, pero finalmente se ven obligados a dar marcha atrás.

Desde la empresa que se encarga de las labores de control e información, una de sus coordinadoras, Eugènia Moll, reconoce que hasta ahora la temporada está transcurriendo «con completa normalidad y sin incidencias». Apreciación compartida por la mayor parte de los informadores preguntados al respecto, aunque alguno señala que la «gente siempre suele estar un poco más agresiva por la tarde» cuando no pueden entrar.

Una cala de anuncio

Las de sur figuran entre las playas más mediáticas de la Isla. Famosas en internet y popularizas por campañas publicitarias, hacen despertar el interés del visitante, que a veces se crea unas expectativas demasiado altas. «Sinceramente, esperaba más; no merece la pena haber madrugado tanto para entrar», confesaba en Cala en Turqueta un turista madrileño, Julio Torres.

«Sí que es espectacular, pero por lo que había oído pensé que iba a serlo mucho más», relataban en ese mismo arenal Iván y Vanessa, una pareja de Catalunya que se decantan más por el paisaje del que disfrutaron hace unos días en Pregonda. Por su parte, Jon Isasi, que no es su primera vez en la Isla, repetía ayer visita a Cala en Turqueta, una playa «muy bonita, pero con demasiada gente» comentaba a las 11 de la mañana. Y eso que, como advertía el socorrista de la playa, ayer no había fondeado las embarcaciones turísticas conocidas como ‘golondrinas’.