Nevera donde se guardan vacunas en el hospital Mateu Orfila, en una imagen que corresponde al primer envío de finales del pasado mes de diciembre.

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Pese al empeoramiento de la situación epidemiológica y las constantes llamadas de Salud para vacunarse, muchas personas están retrasando esa decisión. En la última semana vacunal cerrada, del 23 al 29 de junio, quedaron 2.553 citas libres en los puntos de vacunación masiva de Maó y Ciutadella.

Durante esos siete días, en los que la incidencia de la covid-19 se disparó, la agenda de Bitcita se abrió con una oferta de 7.702 citaciones y se ocuparon un total de 5.149, por lo que 2.553 dosis se quedaron en las neveras en lugar de ser inoculadas e inmunizar a más población.

Salud abrió el pasado 26 de junio la vacunación a los jóvenes de 16 a 29 años porque quedaban huecos y de este modo buscaba también frenar la expansión del contagio en ese colectivo. A día de ayer hay 4.479 personas de esa franja de edad que han recibido la vacuna –casi un 30 por ciento de la población diana–, y 867 que tienen la pauta completa.

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En este último grupo de gente joven ya inmunizada se incluyen profesionales de colectivos esenciales, como pueden ser policías, docentes o sanitarios. También hay jóvenes con necesidades especiales, un pequeño número, que se vacunaron antes por ser colectivo vulnerable. El resto, correspondería al grueso de población joven que ha respondido a la llamada de Salud para vacunarse desde el 26 de junio en adelante.

La franja de 16 a 29 sigue concentrando los contagios, la incidencia acumulada a 14 días en este grupo alcanza cifras estratosféricas, con 2.380 casos por cada cien mil habitantes. Mientras, la incidencia acumulada a 14 días en la población general es de 525 casos y la incidencia de los últimos siete días no presagia que una bajada esté cerca, ya que se sitúa en 475,7 casos por cada cien mil habitantes. De hecho, los 30 positivos de ayer podrían hacer pensar en un cambio de tendencia pero no es así, porque siempre existe el decalaje del fin de semana.

El coordinador de las UVAC, José Antonio Vidal, declaró ayer que no hay una tendencia a la baja todavía, sino que es el retraso en el procesado de pruebas del fin de semana. Además de las colas en el cribado de Ciutadella y en los centros de salud del IB-Salut, también viven estos días una enorme demanda de pruebas las clínicas y laboratorios privados, como es el caso de la Red Juaneda, pacientes que llegan porque algunas unidades básicas y centros de salud están saturados.

Por otro lado, el hotel puente se mantiene en un momento álgido de ocupación, con 27 personas alojadas, 25 positivos y dos contactos estrechos. De esas personas siete son turistas extranjeros, 19 son turistas españoles y solo una de ellas tiene residencia en la Isla.