Es Castell es el municipio de la Isla con mayor tasa de paro, del 16 por ciento tras la llegada de la pandemia. | Gemma Andreu

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La crisis económica derivada de las restricciones impuestas para frenar la expansión de la covid-19 han tenido un efecto demoledor en el mercado laboral menorquín y revela diferencias notorias entre municipios, que quedan reflejadas en el Diagnóstico Económico de Menorca. La nueva herramienta de análisis lanzada por el Obsam y el Institut Menorquí d’Estudis, en colaboración con la Conselleria de Economía y Territorio del Consell, permite consultar un dato de difícil acceso, la tasa de paro desagregada por poblaciones, que señala al municipio de Es Castell como el más castigado por el paro y, en el otro lado de la balanza, a Ferreries como el pueblo con los menores índices de desempleo.

El documento, que basa sus conclusiones en datos del Ibestat, el SOIB y la Tesorería General de la Seguridad Social, sitúa la tasa de paro de Es Castell del último año completo (2020) en el 16 por ciento. El segundo municipio con una mayor presencia relativa de desempleados es Maó, también en la zona del levante insular, con un 15 por ciento. Los porcentajes contrastan con los que se registran en Ferreries, donde la tasa de paro es del siete por ciento, y Es Migjorn, con un ocho por ciento.

Todos los municipios de la Isla, que de media registra un paro del 14 por ciento, han vivido importantes repuntes en el número de desempleados en comparación con el año inmediatamente anterior a la irrupción de la pandemia, 2019. De hecho, Menorca registraba entonces una tasa de desempleo del nueve por ciento y solo dos municipios de la Isla superaban el diez por ciento de paro, precisamente Es Castell y Maó, aunque entonces con unas tasas del doce y el once por ciento respectivamente.

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Un año después la situación ya era muy distinta, con seis de los ocho municipios menorquines por encima de esa barrera del diez por ciento de desempleados. Son Es Mercadal y Ciutadella –dos municipios con una gran peso turístico en la economía– los que han vivido un mayor repunte en el número de vecinos desempleados. Sus tasas de paro, del 13 por ciento y el 14 por ciento respectivamente, han crecido en cinco puntos porcentuales. Los números absolutos señalan especialmente a Es Mercadal.

La media de los doce meses de 2019 –por la que aquí se opta para eliminar el sesgo estacional– se elevó en solo un año un 85 por ciento en el municipio del centro insular, mientras que en Ciutadella ese incremento interanual rozó el 60 por ciento. En el otro lado de la balanza se sitúa precisamente Es Castell, que ya partía de las cifras más elevadas antes de la crisis y que ha visto crecer el paro un 37,4 por ciento.

Lejos de la anterior crisis

Volviendo al enfoque insular y a ese incremento hasta el 14 por ciento de paro por el efecto de la pandemia, cabe subrayar que ese porcentaje todavía está lejos de los registrados en los momentos más duros de la anterior crisis financiera. Hay que tener en cuenta que en el año 2012, fecha en la cual la Isla tocó fondo en materia laboral, la tasa de paro se elevaba al 18 por ciento, y que desde entonces había bajado paulatinamente hasta que llegó el coronavirus.