Las concentraciones festivas de Sant Joan están señaladas como causa del rebrote del coronavirus, que estaba ya en retirada

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La situación es diferente a las pasadas, «no hay que mirarla igual. Hay muchos contagios pero no necesitan hospitalización», según la valoración que realiza la presidenta del Govern ante el repunte de la pandemia en las Islas. Por tanto, no habrá revisión de la desescalada que se está aplicando en Balears hasta la próxima semana, tal como estaba previsto, anunció este martes Armengol.

Por su parte, Susana Mora, presidenta del Consell de Menorca, entiende que se reclame la implantación de un toque de queda, pero no se plantea solicitar una medida así al Govern. «El escenario de ahora es distinto, es verano, hay otros hábitos, vacaciones escolares, ¿hasta qué punto sería efectivo limitar la movilidad ciudadana?», reflexiona.   

Sin embargo, los datos y la reacción de otras comunidades que están sufriendo un fuerte repunte a causa de la quinta ola del coronavirus van en otra dirección. Menorca sumó aeste martes 80 contagios, hay 733 casos activos, 16 hospitalizados en planta y dos en UCI, la incidencia acumulada a 14 días se ha disparado a 1.039 casos (378,6 en Balears) por 100.000 habitantes, aunque es la primera vez que baja en las últimas tres semanas y la incidencia a siete días está también en descenso.

Con mejores datos, 725 de IA en Catalunya, la Generalitat ha decidido que toda actividad debe terminar a las 0.30 h, mientras que en Balears está permitida hasta las 2 h de la madrugada. La Comunidad Valenciana, con una IA a 14 días de 357,42 casos, ha recibido autorización judicial para implantar toque de queda en València y en otros 31 municipios entre la 1 y las 6 horas.

Canarias, con una IA de 237,51 casos, ya cuenta con informe favorable del Tribunal Superior de Justicia de esa región para aplicar un toque de queda en las islas con peores datos, las que se hallan en niveles 3 y 4.

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En la comunidad balear, el análisis es distinto, «hemos planteado siempre una desescalada lenta, el ocio nocturno sigue cerrado, no es comparable el momento actual a la anterior oleada, tenemos más población vacunada, hay más seguridad, los indicadores hospitalarios y de mortalidad no tienen nada que ver con los de enero», argumentó Francina Armengol.

No se alterará el calendario de revisión de la situación.  «En estos momentos trabajamos en las medidas que haya que tomar la semana que viene desde la Conselleria de Salud en función de la situación epidemiológica diaria, analizado la situación jurídica y también con los agentes sociales y económicos y los consells insulares. Nos permitirán que no hagamos hipótesis con algo tan serio», añadió.

Entretanto, apela una vez más a la responsabilidad individual y colectiva para bajar los contagios «porque hasta agosto no habremos alcanzado la inmunidad de grupo» y al uso de la mascarilla también en exteriores.

Aislamiento

La petición de responsabilidad la extendió con especial énfasis a los confinamientos particulares de los contactos estrechos con algún contagiado. La falta de control en ese aspecto estaría actuando como vector de transmisión, ya que esta es comunitaria y avanza sobre todo entre la población no vacunada.

Se apuesta, por tanto, por consolidar la estrategia de restricciones en los meses previos para mantener la actividad en la temporada de verano.