La vacuna protege a la madre y esta pasa las defensas al feto. Tampoco interfiere en la lactancia y los estudios realizados demuestran que no afecta al desarrollo del feto

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Una decena de mujeres embarazadas bajo seguimiento de la sanidad pública se han contagiado de covid-19 en Menorca, todas ellas en semanas precoces de la gestación, con sintomatología leve y tras la cuarentena correspondiente, han negativizado el virus. En los hospitales de Balears llegó a haber seis embarazadas ingresadas y un aborto por la covid-19, pero el último dato oficial reduce esa cifra a una gestante hospitalizada. Salud mantiene abierta la campaña para que este colectivo acuda a inmunizarse sin cita hasta este martes día 10, de 16 a 19 horas, a los centros de vacunación de Maó y Ciutadella.

Además de las insistentes llamadas a la vacunación de las embarazadas por los responsables del IB-Salut, los ginecólogos cumplen un papel fundamental para aconsejar y resolver las dudas de las mujeres durante su seguimiento. «Desde el inicio de la campaña hemos recomendado la vacuna, independientemente de la semana del embarazo, ya que se ha demostrado que es inocua», afirma el jefe de Ginecología y Obstetricia del Hospital Mateu Orfila, el doctor Juan Carlos Hermoso. «La vacuna se aconseja desde la primera consulta», insiste, da igual en qué momento del embarazo estén, hay que prevenir y si se retrasa, se puede llegar tarde».

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Hermoso, como el resto de especialistas, recuerda que el embarazo en sí es ya un factor de riesgo, y que las mujeres en estado que contraen covid-19 tienen más probabilidades de evolucionar mal y entrar en una UCI, requiriendo ventilación mecánica e incluso respiración extracorporea con peligro para su vida y la del hijo que esperan. «Hay una sobrecarga para la paciente, sobre todo a nivel respiratorio», explica el ginecólogo jefe del ‘Mateu Orfila’, quien además señala que la atención a una embarazada, por ejemplo de 30 semanas, en una UCI es más delicada, «se complica muchísimo el trabajo de los intensivistas».

Hermoso señala que los estudios internacionales realizados demuestran que la vacuna no ha provocado anomalías en el feto, tampoco tiene más efectos adversos en las futuras madres que en el resto de población y no afecta a la lactancia, por el contrario, es bueno dar el pecho y traspasar los anticuerpos generados al niño. En cuanto al coronavirus en sí, «no traspasa al feto, pero la afectación de la madre puede ser tan grave, por la restricción pulmonar, que el problema para el recién nacido puede ser muy serio».

«Nadie cuestiona otras vacunas similares como las de la gripe, la tosferina, el tétanos o la difteria, que son las que se ponen habitualmente a las 28 semanas, están asumidas», explica por su parte el ginecólogo Carlos Sánchez-Rodrigo. En su consulta privada «9 de cada 10 mujeres, cuando les explicas los riesgos, se vacunan», afirma, al tiempo que señala que él no ha tratado gestantes positivas. El mínimo porcentaje de mujeres que se resiste    se debe, según Hermoso, a que «en la calle hay un murmullo sin fundamento científico, mensajes erróneos, y preguntan si pasará algo al bebé, hay que insistir, lo importante aquí es la ciencia, la experiencia, los estudios; la mayoría al final acepta pero es una decisión suya».