Un grupo de personas aguarda su turno para recibir el pinchazo ayer en el centro de vacunación masiva de Maó.  | MANOLO BARRO

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La vacunación sin cita a partir de 12 años y para toda la población comenzó ayer, de 16 a 19 horas, con una muy buena respuesta, sumando 130 personas, 76 en Maó y 54 en Ciutadella. El ambiente en el Recinto Ferial era de afluencia, con algunos momentos de cola y personas que esperaban turno en las salas, y también fue la primera impresión transmitida por el coordinador de la campaña en Menorca, Txema Coll, quien visitó el pabellón para conocer in situ cómo marchaba esa primera jornada. «Pensamos que esto mejora el acceso a los puntos de vacunación, sobre todo a aquellas personas que tienen dificultades con los sistemas telemáticos o que por motivos de trabajo no pueden cuadrar la cita», declaró instantes después de que se abriera el centro.

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En Maó se destinan dos líneas a la vacunación sin cita y en Ciutadella una, con la idea de que esta medida se mantenga de forma indefinida, pero con la intención de la Conselleria de regresar a los centros de salud y, de manera progresiva, desmontar los dispositivos masivos. El sistema de Bitcita se mantiene, por lo que estos días acuden, por distintas líneas, las personas que se autocitan y aquellas que acuden directamente al centro de vacunación. En cuanto al procedimiento, Coll explicó que todas las personas que acuden a vacunarse deben tener resuelto el trámite administrativo previo y disponer de tarjeta sanitaria, esto incluye a personas en situación irregular y desplazados. Este procedimiento se realiza de manera telemática en Dalt Sant Joan y en contacto con el resto de centros de salud ya que «no es sencillo abrir este trámite, se necesita una formación en el programa informático y las personas que están aquí no la tienen», explicó el coordinador de la campaña y director de Atención Primaria. «Necesitamos acceder a la historia clínica para registrar la vacunación y no podemos hacerlo sin la tarjeta», indicó.

La vacunación sin cita se ha realizado ya en centros de salud y el perfil de las personas es «muy variado», añadió Coll, «hemos tenido de todas las edades y también personas desplazadas». En el grupo de los que acuden sin cita también están «los que son un poco reacios a una determinada vacuna y buscan inmunizarse con otra, a veces vienen y hay una vacuna que sí se quieren administrar y se la ponen, es poca gente, pero es una opción». No obstante, Coll recalcó que no se puede elegir la vacuna que uno quiere ponerse, pero sí ponerse a la cola y esperar a ver si la que se está administrando «es la que tú quieres», en ese supuesto se la ponen y si no les gusta, se van. «Es un porcentaje muy pequeño pero hemos tenido algún caso», afirmó el médico.