Enrique Calderón y Héctor Pons, con Juan Cubas y Luis Alejandre, descubriendo la placa. | I. P. D. R.

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La placa del Premio Hispania Nostra 2021 concedido a la Fundación Hospital Illa del Rei quedó ayer instalada, durante el acto celebrado a mediodía en el islote del puerto de Maó. Un evento para el que se contó con representantes de las entidades convocantes del certamen, la Asociación Hispania Nostra y la Fundación Banco Santander, que valoraron el proyecto de recuperación que, desde 2004, llevan a cabo los voluntarios.

Este Premio Hispania Nostra, el segundo a una entidad menorquina después de Lithica en 2017 por su labor en las Pedreres de s’Hostal de Ciutadella, fue concedido el mes de mayo a la asociación que trabaja para rehabilitar los edificios del antiguo hospital levantado durante la dominación británica de la Isla. Un proyecto que el secretario general de Hispania Nostra, Enrique Calderón, en nombre de la presidenta de la asociación, Araceli Pereda, aseguró que es un «ejemplo de cómo puede hacerse realidad una utopía» como era, a inicios del 2000, la recuperación de unos edificios «en riesgo de desaparición». Sin embargo, la «perseverancia de los voluntarios», encabezados por Luis Alejandre, logró que esa «utopía personal se convirtiera en una realidad colectiva».

En la misma línea, el director de la Fundación Banco Santander, Borja Baselga, justificó el premio para que «se vea más la labor de entidades como la de los voluntarios de la Illa del Rei».

Sobre los motivos que justifican el premio habló para «Es Diari» Miguel Aguiló, miembro del jurado, refiriéndose a la «constancia» de los voluntarios, la «escasez de medios» con la que han tenido que trabajar y cómo «la ciudadanía se volcó» para apoyar el proyecto, como argumentos principales. Y es que, según la directora de Hispania Nostra, Bárbara Cordero, «los premios nacieron en 2012 con el pretexto de poner en valor las buenas prácticas en patrimonio, y esta lo es, sin duda».

Amor por la historia

Juan Cubas, miembro de la asociación galardonada, fue el encargado de presentar el acto, que contó con la presencia del alcalde de Maó, Héctor Pons. En su intervención destacó el «liderazgo de Luis Alejandre» y su «capacidad de articular» el voluntariado hasta crear una «familia» que, con «gran civismo», «amor por la historia» y «altruismo», han recuperado el antiguo hospital. Porque, recordó, «cuando los voluntarios llegaron, la maleza llegaba hasta el mar».