Puerto de Maó.

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El GOB ha pedido este lunes que no se incremente la oferta de amarres en Menorca, apoyándose en un documento elaborado en 2020 por el Sistema de Observación y Predicción Costera de Baleares encargado por el Govern que cifra en 2.115 el número máximo de barcas que podrían fondear en las calas y playas de la isla.

Desde la entidad ecologista han hecho un llamamiento a los gestores de los puertos y a las empresas náuticas para estructurar una oferta «basada en la calidad y no en la cantidad».

«No tiene sentido continuar ampliando la oferta de amarres si las barcas después no caben en la costa, ya que es cómo querer ampliar aparcamientos en las playas y que después la gente no quepa sobre la arena», han manifestado a través de un comunicado.

La organización ha indicado que en el verano del año 2010 se contabilizaron mediante un vuelo aéreo en Menorca un total de 4.939 embarcaciones, de las cuales 1.830 se localizaban en puertos, 684 en zonas de fondeo regular y 2.344 se encontraban fondeadas con ancla o en tráfico. En este punto, han subrayado que hace diez años «ya habíamos superado la capacidad de carga náutica de la isla y nos encontrábamos al 110 por ciento».

El GOB ha remarcado que, teniendo en cuenta el estudio de 2010, el verano de 2020 había 18 puntos donde la capacidad era muy superior a la que se debería acoger, concretamente 810 barcas de más.

Asimismo, han denunciado que en el puerto de Maó se continúa en la zona de Es Castell con las «conflictivas obras» que, según han dicho, «no cuentan con un estudio previo de impacto ambiental». Además, han lamentado que también en el puerto de Addaia se quiere duplicar la zona afectada por el puerto deportivo.

«La economía náutica no se puede seguir sustentando en incrementar cada año el número de barcas, sino en ofrecer unos buenos servicios durante la temporada turística y una industria de reparación y mantenimiento durante el invierno, que permita una economía más desestacionalizada», han concluido.