La consellera, Cristina Gómez, y la autora del estudio, Monserrat Martínez.    | Gemma Andreu

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Un estudio del servicio encargado por el Consell a partir de la demanda de los ayuntamientos de Maó y Ciutadella, titulares de las dos casas de acogida existente en laIsla, indica la conveniencia de que Menorca disponga de un tercer alojamiento de estas características que cubra la zona centro del territorio.

Es la solución que daría salida a la demanda que mantiene saturada la de Ciutadella y con una elevada petición la de Maó, municipios obligados a disponer de estos centros al superar los 20.000 habitantes. Entra ambas pueden dar cabida a 22 personas.

El estudio elaborado por la socióloga Montserrat Martínez, con entrevistas a los técnicos y trabajadores de los dos centros, destaca que las actuales casas permiten vivir con dignidad a quienes las ocupan, aunque sugiere una redistribución de espacios comunes y, sobre todo, una clarificación de los perfiles a quienes se dirigen. «Los actuales equipamientos no encajan para todos», indicó Martínez. En todo caso los beneficiarios han de tener claro que no están en una pensión sino que deben participar en un plan de trabajo. «No son centros para casos extremos o que su único problema sea el alojamiento», explicó ayer la autora del estudio.

En cuanto a los horarios, en opinión de la socióloga, deben ser permisivos según las necesidades de cada usuario.

Las conclusiones del trabajo a modo de diagnóstico se debatirán en una próxima reunión con los ayuntamientos con el propósito de emprender una acción conjunta para toda la Isla.

Maó y Ciutadella ya señalaron en su día la necesidad de que el Consell asumiera la gestión de sus casas de acogida, «pero si solo es un problema de presupuesto no implicaría que el Consell entrara en la gestión», señaló la consellera de Vivienda y vicepresidenta de la institución, Cristina Gómez.

La oferta de las casas de acogida se debe completar a medio plazo con la apertura del nuevo centro de baja exigencia, en la práctica otra casa de acogida,    que se construye en unos bajos del Ibavi en la calle Borja Moll, de Maó, con una capacidad para 15 personas a quienes se ofrecerá servicio de pernocta. Este centro atenderá a personas con problemas de exclusión residencial graves sin que sea necesario que ya estén en algún programa de reinserción.

El centro es una parte más del área de vivienda que contaría con una Unidad Móvil de Emergencia Social y la opción a una primera vivienda a través del programa piloto Housing First con la compra de dos pisos, además de los ocho pisos sociales que el Consell debe poner a disposición de los ayuntamientos.