El obispo Francesc Conesa y el director de Caritas, Gabriel Pons, junto a trabajadores y voluntarios de Mestral.

TW
2

La ampliación de la nave de Mestral en el polígono de Maó era una asignatura pendiente desde que se puso en marcha a finales de 2018. Este objetivo se ha conseguido finalmente con la apertura de un anexo de 380 metros cuadrados financiado a través de Caritas. La inversión, de 206.395 euros, ha sido posible gracias principalmente a la herencia del sacerdote Pere Comella, que dejó como legado su casa de Es Migjorn Gran a la entidad diocesana.

El nuevo espacio, que se ha ganado gracias a la instalación de un módulo prefabricado, acaba de ser inaugurado por el obispo de Menorca, Francesc Conesa, el director insular de Caritas, Gabriel Pons, y representantes de trabajadores, voluntarios y parroquias implicados en el proyecto de Mestral. Con la ampliación, la superficie total destinada a sus actividades es ya de 980 metros cuadrados.

Las obras, iniciadas en mayo de este año, han permitido aumentar la capacidad de almacenaje que tenían hasta ahora, lo que supone una mejora sustancial para la actividad social y medioambiental que se lleva a cabo en sus dependencias. El objetivo que se perseguía desde la adquisición de la nave se ha hecho realidad tras la gestión de los permisos y las consultas pertinentes y tras haber superado el parón provocado por la pandemia.

Además de ampliar la capacidad de almacenaje, se mejora la accesibilidad del recinto y se ganan espacios formativos. Mestral, según recuerdan desde Caritas, es un proyecto de formación y ocupación mediante la recuperación de residuos.

Además, según comentan sus responsables, «cada vez son más las personas que buscan que sus compras supongan un consumo transformador», a la hora de adquirir una pieza de ropa o un mueble a los que se da una segunda oportunidad de uso.