La sustitución de las losas debe esperar, indica Garau. | Josep Bagur Gomila

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La Dirección General de Recursos Hídricos del Govern valorará como una solución para el torrente de Ferreries reducir la velocidad con la que transcurre el agua para evitar que otra tromba como la del pasado martes provoque su desbordamiento.

Esa es una de las alternativas que se van a plantear una vez los técnicos se desplacen la próxima semana a la Isla y completen el diagnóstico. Joana Maria Garau, directora general, por este mismo motivo, considera que es aconsejable aguardar al informe de los expertos antes de realizar una intervención rápida para reparar y sustituir las losas que arrancó el agua a su paso por el canal, como sería el primer objetivo del Ayuntamiento, dado el estado en que ha quedado.

«Quizás sea mejor cambiar totalmente la forma del torrente», señala Garau. El propósito sería que drenara lo más rápido posible ante una situación extrema. Otra solución que implica reducir la velocidad es quitar el cemento porque el agua iría más lenta, aunque para ello necesitaría más espacio y habría que valorar si se pueden elevar las paredes, explica la directora general. «Entre una solución y otra hay muchas intermedias que deben proponer los ingenieros y comprobar si son factibles tanto técnica como jurídicamente, de acuerdo con el Ayuntamiento.

Garau señala que las cuencas de Menorca son más pequeñas lo que evitaría que se produjeran catástrofes como la riada de Sant Llorenç des Cardassar, de hace 6 años. En todo caso, subraya que según datos de la Aemet, en apenas una hora cayó el doble de agua de la que cae en todo un mes de lluvias, sobre Ferreries. Lo prioritario en rústico, que compete al Govern, es ahora comprobar si han quedado tapones en los torrentes y rehacer los muros afectados.