Instituto Pasqual Calbó i Caldés | Gemma Andreu

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Esta semana se inició el curso en FP pero no será así para un alumno con un grado de discapacidad del 33 por ciento por un Trastorno del Espectro Autista (TEA) que se ha quedado fuera porque presentó su inscripción en septiembre, una vez superó la ESO, y en esa fase del proceso de admisión no hay reserva de plazas para jóvenes con capacidades especiales. Si quiere estudiar el Grado Medio de Gestión Administrativa en el instituto Pasqual Calbó, como era su objetivo, tendrá que aguardar a que la comisión de garantías, en Palma, analice su caso, y el plazo para dicha resolución es hasta el 15 de octubre. Mientras tanto, las clases ya estarán en marcha.

La familia de este joven ha tramitado la queja correspondiente ante Educación pero el delegado en Menorca, JoanMarquès, afirmó ayer que, pese a entender el problema que supone para este alumno, «no es una decisión mía como delegado o de la dirección del instituto», sino que el procedimiento de admisión en los centros está reglado y en la fase de septiembre no hay reserva de plazas para alumnos con discapacidad. Marquès añade que el propio director general de FP, AntoniBaos, se ha interesado por la situación del joven y ha contactado con sus padres, con «el compromiso» de comunicarles cuanto antes cualquier decisión, «conocen la realidad del procedimiento».

El criterio normativo señala que se reservan plazas para estos jóvenes en la primera fase de admisión en junio y que después, si no ha habido solicitudes, esas plazas se acumulan a las que quedan en septiembre pero ya sin que cuenten en el baremo las necesidades especiales. El conocimiento de la normativa no evita que la madre de este alumno considere del todo «injusta» la situación.

«Mi hijo tiene síndrome de Asperger y no se inscribió en junio porque no había titulado en la ESO», explica. Al aprobar en septiembre y acudir a formalizar la inscripción solicitando el grupo uno se la denegaron y le colocaron    en el grupo tres, alegando que no hay reserva de plazas para condiciones especiales en la segunda fase del proceso de admisión. Sin embargo en junio se adjudicaron 22 plazas y quedó una de discapacidad libre. En total tres vacantes que pasaron a septiembre ya sin reserva para chicos con dificultades. «Es ilegal que le dejen sin plaza», asegura la madre, «eso no se publica ni en las bases de la matrícula ni en el boletín oficial ni en ningún lado».