La portavoz del PP, Misericordia Sugrañes, interpela a Miquel Àngel Maria, el conseller que más intervino en la sesión de ayer.  | Josep Bagur

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La propuesta para una declaración institucional con motivo del Día Europeo de las Lenguas, que se conmemora desde hace 20 años el 26 de septiembre, se quedó sin consenso y salió adelante solo con los votos de PSOE, Més y Podemos. Ni PP ni Cs apoyaron un texto enfocado únicamente a la promoción y conservación de la lengua catalana.

El catalán, como lengua «propia del territorio, es la contribución de las Illes Balears, junto con el resto de territorios donde se habla, a la diversidad lingüística y cultural europea», dice la declaración. Añade que con 10 millones de parlantes, «es la lengua sin Estado más hablada de la Unión Europea», más incluso que «algunas con Estado».

El enfoque que el conseller Miquel Àngel Maria dio a la declaración fue interpretado como una «perversión del espíritu de la efemérides», según denunció el portavoz popular Adolfo Vilafranca, «no es el día europeo de las lengua minoritarias, lo tergiversa para no incluir también el castellano», le reprochó.

El PP había presentado enmiendas «que reflejan la situación real de la sociedad y enriquecen el texto sin excluir a nadie, es el castellano el que queda excluido con su propuesta, la declaración es, de este modo, incompleta. No entedemos su visión estrecha de la realidad menorquina», dijo Vilafranca.

En su enmienda, además de matizar la lengua catalana como «propia de las Illes Balears», apuntaba que el Día Europeo de las Lenguas «nos recomienda también actualizar el compromiso para que los ciudadanos conozcan y utilicen las dos lenguas oficiales de las Illes Balears» como derecho reconocido en la Constitución y en el Estatuto de Autonomía «y es sin duda un camino de cultura, comunicación y entendimiento, haciendo uso de las libertades que también defendemos».

Además, el castellano «ha servido como vehículo de integración plena para muchos menorquines que por causas económicas o políticas tuvieron que dejar su tierra de origen en los últimos siglos», agregan los populares.

Maria no negó que todo eso fuera cierto, sino que no era adecuado incorporarlo a la declaración porque «es una jornada a favor de la diversidad lingüística y defensa de las lenguas regionales y minoritarias, no de la cooficiacilidad», argumentó.

Reiteró que no era lugar para incluir el castellano, «sería como si en el día del orgullo Lgtbiq se hiciera una reivindicación de los derechos de los heterosexuales», enfatizó el conseller de Cultura.

Eugenio Ayuso, de CS, lamentó que la ideología convierta la lengua en arma arrojadiza.