Duc de Crillón es una de las calles en que se prevé ampliar las aceras.  | Josep Bagur

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El Ayuntamiento de Sant Lluís ha encargado un estudio para definir la reforma y reodernación de siete calles del casco antiguo, todas las que están comprendidas entre La Pau y Son Parruquet a excepción de Cós, recientemente rehabilitada. El objetivo es pacificar este espacio, mejorar las condiciones de circulación para los peatones, acondicionar algunos servicios y conseguir una uniformidad estética.

El equipo de gobierno, de acuerdo con los partidos de la oposición, ha marcado unas líneas básicas para abordar este estudio, un documento que acabará por definir los detalles y el alcance de las distintas actuaciones. De entrada, cinco calles pasarán a ser, como es Cós, de plataforma única, con acera y calzada al mismo nivel. Se suprimirán las plazas de aparcamiento para que haya aceras más amplias. Se trata de las travesías: Duc de Crillon, Sant Esteve, Sant Jacint, Sant Antoni y Pere Tudurí. La supresión de estas plazas se compensará con el refuerzo de los aparcamientos exteriores, como Lloc d’en Caules. Su diseño no será idéntico al Cós, pero sí habrá cierta unidad de estilo.

Las calles D’Allemand y Lannion continuarán con la misma disposición que ahora, con las aceras más elevadas y aparcamientos a un lado de la calle. La filosofía con la que se afronta este ambicioso plan de inversiones es, en palabras de la alcaldesa Carol Marquès, «conseguir hacer de Sant Lluís un pueblo donde claramente la prioridad sean las personas». En estos momentos, por ejemplo, las medidas y el estado de las aceras de las travesías dificultan mucho el desplazamiento de las personas con problemas de movilidad o de los cochecitos para bebés.

El proyecto contempla además la mejora de ciertos servicios. En todas las calles, por ejemplo, se instalará una conducción de recogida de aguas pluviales. En cuanto al resto de infraestructuras, dependerá de cada caso.

El presupuesto global estimado para la ejecución de todas estas reformas, que se acometerán de forma progresiva y escalonada, ronda los 4,2 millones de euros. De momento, el contrato de elaboración del estudio global que ahora está en fase de licitación incluye también la redacción del proyecto de ejecución de la rehabilitación de la calle Sant Jacint, la primera en la que se pretende ejecutar las obras.

Esta primera reforma tiene ya financiación asegurada a través del Plan de ReactivaciónEconómica convocado por el Govern, que aporta una tercera parte, como el Consell y el propio Ayuntamiento. Son 555.165 euros en total. La idea es que la obra haya terminado en 2023.