Los carteles de ‘se alquila’ en las fachadas escasean, el precio sube y el tiempo del contrato se acorta

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El Consell ha recibido 26 solicitudes de ayudas por parte de propietarios que quieren adherirse al programa de alquiler ético, pero la mayoría, un total de 19, corresponden a la línea de fidelización de arrendadores que ya tienen su vivienda en el mercado. La cifra de pisos que afloran es inferior, son siete, y de momento, ya que la convocatoria se cerró el pasado día 2, falta depurar los datos para conocer cuántos propietarios nuevos hay. Así las cosas, al proyecto de alquiler ético le cuesta incidir en la oferta y aliviar los problemas para el acceso a la vivienda de muchos menorquines. La mitad de las solicitudes presentadas a esta nueva convocatoria de subvenciones solo depende ya de la aprobación del Consell Executiu de la institución y la otra mitad está pendiente de aportar más documentación.

La consellera de Ocupación, Vivienda y Cooperación Local, Cristina Gómez, asegura que además hay entre uno y tres pisos más que están a punto de sumarse al programa, que el trabajo de captación de vivienda de alquiler «a un precio no abusivo» es constante y que esas casas no necesariamente están incluidas entre los peticionarios de las subveciones. El precio del alquiler es fundamental pero cada vez más, afirma la consellera, hay otro factor que distorsiona el mercado del alquiler y que cobra importancia, es la duración del contrato. «Cada vez más es importante conseguir alquileres por un largo plazo, no solo por precio, la oferta suele ser de siete u ocho meses, y eso hace mucho daño en el mercado del alquiler», explica Gómez. Se trata, añade, del perfil más deseado por muchos arrendadores, el del profesor que ocupa la vivienda durante el invierno y el turista que lo hace, a un precio mucho más alto, en verano. «Para mí eso es tan importante como el problema del precio, que es gordo, el alquiler ético busca alquileres de larga duración, para todo el año y un mínimo de cinco», asegura, «es lo que necesita una familia si no quiere convertirse en nómada».

En cuanto a la percepción de subvenciones por parte de propietarios que tienen varios pisos en alquiler, incluso diez, lo que según la ley balear es un gran tenedor, la consellera señala que «conviene tener pisos asequibles y si te pones exquisito no lo consigues». Recuerda que en Menorca esos propietarios «no son fondos buitre» sino de otro tipo «familiar, que tienen patrimonio y que ya venían alquilando a precios asequibles y de modo estable», y que estar alineados con ellos sirve al objetivo fundamental, que es que las familias que lo necesitan encuentren casa, «el chip ha cambiado, hay que negociar», afirma.