Un hombre se ejercita en la práctica de tiro con un arma corta. En la Isla funcionan dos clubes de tiro olímpico.  | Efe

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La unidad de Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil tiene registradas en Menorca 3.611 armas de fuego y un total de 1.671 personas en la Isla mantienen activa una licencia para utilizarlas. La gran mayoría de esas armas, un 77,4 por ciento, son escopetas, 2.798, y el grupo más numeroso entre sus titulares son los cazadores. Es la actividad más habitual para quienes ostentan un permiso para tener armas en Menorca, aunque Intervención ha detectado que en los últimos años han descendido este tipo de licencias, probablemente porque las generaciones más jóvenes no muestran la misma afición por la práctica cinegética que las anteriores.

El 22,5 por ciento de las armas contabilizadas corresponde a 330 carabinas, 128 rifles, 85 de avancarga –pistolas históricas que se cargan por la boca del cañón­–, y el resto correspondería a armas cortas, incluidas las de las Policías Locales.

Después de la caza, otra actividad muy extendida y a la que corresponden buena parte de las armas, tanto largas como cortas, registradas es el tiro deportivo, que cuenta en Menorca con dos clubes adscritos a la Federación Balear de Tiro Olímpico. Se trata del Club de Tiro Olímpico (CTO) Mahón, con instalaciones en una galería del polígono industrial, especializado en la modalidad de precisión y que desde el pasado mayo está inoperativo y en trámites para una reapertura que confían se produzca antes de final de año. En Maó hay una cincuentena de socios para la práctica de este deporte, mientras que en el CTO de Menorca, con instalaciones en Ciutadella, hay más de un centenar, ya que abarca más modalidades y está operativo con dos instalaciones, una en la ciudad donde se tira con armas neumáticas (modalidades de aire comprimido) y otra en la finca Santa Margarita donde se puede practicar precisión (con diferentes tipos de pistolas, carabinas y fusiles), avancarga, y tiro al plato, modalidad que cuenta con un buen número de aficionados.

«Hay cada vez más interés por la práctica del tiro deportivo», explica José Jiménez, secretario del CTO Mahón, pero disponer de la pertinente licencia es algo muy controlado y requiere formación, los titulares de armas están obligados a comunicar cualquier cambio de domicilio a la Guardia Civil y a presentar certificados de antecedentes penales y sobre violencia de género, entre otros requisitos. Una licencia permite tener una o varias armas, depende de la categoría, pero en el caso del tiro deportivo «si no participas al menos en dos competiciones al año te retiran el arma, está muy regulado», añade el secretario del club.

Después de la caza y el tiro deportivo, por usos, vendría la defensa personal debido a la actividad profesional de los titulares de la licencia. Pero en el apartado de autodefensa obtener un permiso de armas se complica en España, la razón de defensa de personas o bienes, por sí sola no justifica la concesión de la licencia B, hay que justificar los motivos. De hecho tienen posibilidad de solicitarla profesiones como vigilantes de seguridad, escoltas privados de empresas, vigilantes de explosivos, guardas rurales, joyeros o personal de justicia como jueces y fiscales. En ningún caso la normativa española permite poseer armas automáticas, consideras de uso bélico y militar.