Sergi Servera, la alcaldesa Joana Gomila, José López y Noemí Camps, este viernes | Josep Bagur Gomila

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Es la primera vez en mucho tiempo que el Ayuntamiento de Ciutadella presenta unos presupuestos anuales liberado de una deuda bancaria que llegó a ser de 22,8 millones en 2008. Esto repercute, según explicó este viernes la alcaldesa Joana Gomila en la presentación de las cuentas de 2022, en mejores servicios para la ciudadanía y es un aval, dijo, de su buena gestión. La intención del equipo de gobierno es que esto se perciba en cuestiones como los servicios sociales, la limpieza viaria, la sostenibilidad o el refuerzo de la Policía Local.

Todavía en el contexto de la pandemia, los servicios sociales dispondrán de 4,5 millones de euros, con un incremento del 11 por ciento respecto a 2021, lo que no quita que se pueda incrementar en función de las necesidades. Se beneficiarán las ayudas de urgente necesidad, el servicio de comida a domicilio y las distintas entidades que trabajan en este campo, entre otros aspectos.

Gomila puso el acento en las mejoras que se implantarán, por valor de 388.300 euros, en la limpieza viaria «que tiene ahora algunas carencias después de veinte años de contrato», así como los 225.000 euros que se destinan a la Fundació Ciutadella Cultura, un ámbito que además dota la gestión del museo de Can Saura o la apertura del Castell de Sant Nicolau. Las fiestas recuperan una partida acorde con un contexto de recuperación, con 563.300 euros entre Carnaval, Sant Joan, Sant Antoni y Navidad.

Para 2022 crece el gasto de personal un 4 por ciento. Entre otras cuestiones, se contempla la creación de tres plazas de policía local. Gomila comentó que el Ayuntamiento trabaja en el proceso para incorporar estos agentes, además de otros tres para reponer plazas vacantes.

En cuanto al agua desalada, el equipo de gobierno ha decidido que el Ayuntamiento asumirá el encarecimiento que se producirá con el nuevo convenio a firmar con el Abaqua, por lo que el incremento del precio de 0,95 a 1,19 euros por metro cúbico no será percibido por los ciudadanos en sus recibos. La factura para el Consistorio con esta medida se estima en 417.000 euros. El convenio se aprobará en el mismo pleno de presupuestos, convocado el jueves próximo. La teniente de Alcaldía Noemí Camps explicó que «este es un compromiso medioambiental, para garantizar el futuro de los acuíferos».

Por lo que respecta a los ingresos, la caída «prudente» de la previsión de entradas por la plusvalía se compensa con un aumento por el impuesto de obras (Icio), que tras la incertidumbre por la pandemia se adecua a la actividad de los últimos años y se aumenta en 570.000 euros. También se espera recaudar más en tasas, por la reactivación de la economía. Gomila subrayó la eliminación de la tasa de entrada de mercancías y vehículos, que aportaba unos 40.000 euros. Esto beneficia a unos 6.000 vecinos. «Son unas cuentas con las personas en el centro de cualquier política», concluyó la alcaldesa.