Los bancos de alimentos son un recurso para familias vulnerables, incluso cuando tienen algún ingreso.

Los bancos de alimentos son un recurso para familias vulnerables, incluso cuando tienen algún ingreso. | Josep Bagur Gomila

Pep Mir12/12/21 21:07
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La prestación social que acaba de aprobar el Consell se perfila como un recurso para que puedan atender sus necesidades básicas aquellas familias sin un arraigo en la Isla que se han visto inmersas en una situación de vulnerabilidad sobrevenida. Uno de los requisitos que se exige es acreditar que no se ha podido acceder tanto al Ingreso Mínimo Vital como a la Renta Social Garantizada, dos tipos de prestación que no cubren este segmento concreto de población vulnerable.

El Ingreso Mínimo Vital exige acreditar unos bajos ingresos mediante la declaración del año precedente. Esto provoca que situaciones de urgencia reciente queden desatendidas. «No protege la vulnerabilidad sobrevenida», afirma la consellera autonómica de Asuntos Sociales, Fina Santiago. No existen datos por islas, pero en Balears se han resuelto ya 30.910 expedientes de IMV y solo 4.220, un 13,6 por ciento, han sido favorables. La demora del principio para resolverlos se va resolviendo, pero todavía son muchos, unos 2.000 en el Archipiélago, los que están pendientes de una respuesta.

Con el IMV denegado, las familias vulnerables tienen la opción de solicitar la Renta Social Garantizada (Resoga) del Govern balear. En estos momentos la perciben 258 familias de la Isla, con 474 personas beneficiarias. Es una cifra bastante inferior, por ejemplo, a los 501 titulares y 614 beneficiarios de junio de 2020, cuando entró en vigor el IMV. Fina Santiago explica que la Resoga «sí protege la vulnerabilidad sobrevenida, la diferencia con la prestación que crea ahora el Consell es las condiciones de acceso a la ayuda». Una prueba de esto, es que de las peticiones de Resoga presentadas en Menorca en todo el último año solo se han denegado seis. La criba está en los requisitos previos. El Govern exige un año de residencia en Balears, porque, dice la consellera, «su pretensión es ayudar a la gente con una cierta vocación de permanencia». El Consell ha reducido esta estancia previa a seis meses. «Tiene la competencia en transeúntes», recuerda la responsable autonómica.