Un vecino muestra una caja de conexiones a la intemperie. | Josep Bagur Gomila

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Los vecinos de la urbanización Sínia d’en Riera en Es Castell se sienten «engañados» por el Ayuntamiento, afirma el presidente de la asociación de propietarios, Eduardo Marín. Las obras de infraestructura de la zona, que acogieron con ilusión en 2019 y que concluyeron en noviembre de 2020 –pese a que arrancaron con un plazo de ejecución de tres meses–, han sido recepcionadas con deficiencias y denuncian que, además de inundaciones en puntos de la calzada donde antes no se acumulaba agua, han estado sin alumbrado público hasta hace dos días. Afirman que no funcionaba y que tampoco cuentan con servicios municipales como la barredora de las calles.

El Consistorio ha remitido un escrito a los vecinos en el que informa de que las obras ya han sido recepcionadas, con lo que el trámite de petición de subvención a la Conselleria balear de Turismo también se ha puesto en marcha, ya que este proyecto se financió con fondos del Impuesto de Turismo Sostenible, con un importe concedido de 393.149 euros. Los responsables municipales reconocen que hay problemas en los tubos de alcantarillado así como averías y fugas detectadas en las conexiones de agua corriente. Los vecinos se preguntan si una vez recepcionadas las obras estos arreglos correrán a cargo de la constructora, como afirma el Ayuntamiento, o tendrán que sufragarlos de sus bolsillos, además de lamentar el mal estado de los acabados y los materiales en determinados puntos de la urbanización, con registros y cables al descubierto, grietas y parches en las aceras, y el asfalto que ya se está abombando en algunos tramos de la carretera, tan solo un año después de haber concluido las obras.

La oposición del Partido Popular se ha hecho eco de las quejas de los propietarios de Sínia d’en Riera. Ayer el diputado Lluís Camps, quien como alcalde inició este proyecto de mejora de la infraestructura del núcleo urbano, visitó la zona. Camps considera «irresponsable» la recepción de unas obras que bajo su mandato el Consistorio inició «y luchó por la subvención, para que les costaran menos a los vecinos» y que estaban dirigidas a cumplir con la conexión de las urbanizaciones a la red pública de saneamiento para, de este modo, «eliminar la contaminación del alcantarillado», declaró. También culpó a la Conselleria de Turismo de haber dado el visto a las obras si no estaban bien acabadas.