Unió de Pagesos, Agrame y Fagme aceptan el plan de choque 2022 que se ha elaborado con la mediación del Govern balear. Esto significa que, «aunque es menos de lo que debería», dan por válida la hoja de ruta fijada, que permitirá que, a partir de enero, el litro de leche pase a pagarse a un mínimo de 36 céntimos a los productores.
Han sido decenas las reuniones que se han mantenido los últimos meses, con todos los actores implicados (productores, elaboradores, maduradores, industria). El objetivo era claro: trazar un plan para garantizar la supervivencia del campo menorquín, con pagos más justos que hagan rentable la actividad agraria. Eso es, alejando la leche del precio ruinoso de los 0,312 euros, para acercarse cada vez más a los 0,40 euros que, como mínimo, calculan las OPAS que cuesta producir un litro de leche.
Desde Fagme, su presidenta, Catalina Pons indicaba este viernes su predisposición para sellar el acuerdo, «siempre que no se produzcan cambios» que alteren lo acordado hasta ahora. Y desde Agrame, Lluís Nadal se mostraba satisfecho por lo que significa el acuerdo, «por haber puesto de acuerdo a todas las partes». Por su lado, desde Unió de Pagesos, Margarida Llambías confiaba que el documento se pueda firmar «la semana que viene». Eso es, a pesar de estar aún lejos de «lo que correspondería», en cuanto a precio, pues el objetivo sigue siendo erradicar las ventas por debajo del precio de coste.
Valora Llambías que «el plan contempla la revisión de precios», a lo que se aferran para seguir elevando el precio. Asimismo, recuerda, habrá que estar atentos a la Ley de Cadena Alimentaria, que debe garantizar también que no se venda a pérdidas.
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