Dos mujeres de origen magrebí pasean por la plaza de la catedral de Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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El 20,6 por ciento de la población censada en Menorca a 1 de julio es nacida en el extranjero. Es el pico más alto de la última década, un periodo en el que siempre se ha mantenido por encima del 17 por ciento. En números absolutos son 20.476 personas de las 99.269 del censo total, según los datos del INE.

El peso de la población extranjera ha crecido en Menorca desde comienzos de siglo como consecuencia del aumento de las migraciones por el momento de auge económico que se vivió entonces y las oportunidades laborales derivadas del mismo. La crisis de 2008 frenó la progresión, pero ha consolidado la distribución demográfica con variaciones muy ligeras desde entonces, a pesar del mal momento económico que sobrevino después.

La población nacida en el extranjero representaba el 18,8 por ciento y en los años sucesivos fue cayendo hasta tocar fondo en 2015. El porcentaje se redujo ese año hasta el 17,6 y a partir del año siguiente ha mostrado un potente crecimiento.

Solo durante un cuatrienio en el periodo comprendido entre 2008 y la actualidad, la cifra ha caído por debajo de las 17.000 personas. Fue entre 2013 y 2016, ambos incluidos, y los motivos hay que achacarlos a la lenta salida de la citada recesión.

Desde ese último año hasta hoy son más de 3.500 las personas llegadas desde otros países y constituyen también el principal factor de crecimiento demográfico junto con la migración interior, es decir, la procedente de otras comunidades.

El fenómeno es común a los otros territorios del archipiélago balear, pero mucho más acusado que en otras comunidades y más alto también que la media española, donde la población nacida en otros países representa el 11,2 por ciento, prácticamente la mitad.