Docentes piden cambios en un sistema de oposiciones «injusto»

Aprobar unas oposiciones para docente «no es sencillo, requiere de mucho esfuerzo y horas de dedicación, más aún si se tienen hijos y responsabilidades». Además, superar los exámenes «es muy difícil, con pruebas teóricas y prácticas, y debes presentar la programación anual de un curso, con tu metodología, unidades didácticas...». Un «sacrificio» que, no obstante, no obtiene recompensa alguna en caso que se logren aprobar las oposiciones. «Si no obtienes plaza, al año siguiente tienes que volver a presentarte».

Así explica Irina Florit, miembro de la plataforma en Menorca, el principal problema con el que se encuentran cada año cientos de personas que aspiran a obtener plaza como docente en los centros públicos. Un colectivo que se ha unido, una    vez en la nueva ley de Función Pública elaborado por el Gobierno «somos los grandes olvidados».

Y es que, denuncian, sigue «sin garantizar trabajo habiendo aprobado una oposición» y se mantienen incongruencias entre los méritos de interinos y opositores. De ahí que soliciten cambios a la Conselleria de Educación balear, siguiendo ejemplos como Andalucía.

«Hay comunidades que, para entrar en las listas de interinos, exigen haber aprobado unas oposiciones». En cambio, en Balears «es suficiente el master de profesorado y acreditar el catalán». A partir de ahí surgen diferencias en el trato. «Es fácil que un interino, por su experiencia, tenga 150 o 200 puntos, en cambio, por aprobar unas oposiciones te dan un máximo de 15 puntos por tres convocatorias», critica Florit. «Se nos puntúa muy    bajo», algo que, por extensión, dificulta dar estabilidad a las plantillas de profesorado y eternizar la utilización de las listas de interinos habiendo funcionarios de carrera.