Aparcamiento de la playa de Binimel·là lleno de vehículos el 18 de agosto, la estampa que se repitió durante varias semanas. | Josep Bagur Gomila

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El pico de presión humana se registró el año pasado en agosto, pero, exceptuando el anómalo 2020, ha sido el más bajo en una década. Hay que remontarse hasta 2010 para encontrar un dato inferior, según revela el indicador publicado hace unos días por el Ibestat.

De acuerdo con esos datos, el máximo de personas contabilizado en un día de agosto pasado fue de 208.282 personas, mientras que cuatro años antes, en 2017, se había tocado techo en 224.486.

Desde 2011 a 2019, el pico ha estado siempre por encima de las 210.000 personas, una barrera que no se alcanzó el año pasado, a pesar de la sensación de masificación observada durante las seis semanas centrales del verano.

Desde los años 70 el máximo de presión humana se ha registrado siempre en agosto, el mes de mayor tirón entre los visitantes y desde 2006 el pico ha estado siempre por encima de las 200.000 personas.

El cambio de perfil del turista, con más desplazamientos en vehículos particulares y menos uso del transporte colectivo, es el factor que posiblemente ha distorsionado una realidad que los datos desmienten. Ha habido menos presencia humana sobre el territorio, pero más sensación de ocupación debido a esa circunstancia.

Otra de las causas de la fotografía turística de masificación estriba en la concentración del pasado verano entre mediados de julio y finales de agosto. En los años precedentes, al margen de 2020, el turismo ha estado más repartido.   

Julio

Entre 2016 y 2019, el periodo histórico de más flujo turístico registrado Menorca, la barrera de las 200.000 personas ha sido superada también en julio. El dato de ese periodo de 2017, con 208.447 personas, supera ligeramente el de agosto del año pasado.

Solo en 2009 bajó la presión humana por debajo de la marca de las 200.000 personas, consecuencia de la crisis económica. Sin embargo, en los años siguientes se inició una recuperación progresiva y en 2011 se alcanzó un pico de 211.145 personas, superior al del año pasado.

En cuanto al mínimo de presión humana medido en agosto, el del año pasado no bajó de las 164.018 personas, que son unas veinte mil menos que los cuatro años comprendidos entre 2016 y 2019. Es un dato equivalente al mínimo de agosto de 2010, desde entonces siempre ha sido más alto que el de 2021.

El índice de presión humana mide la carga demográfica real que soporta un territorio en un período determinado.