El CEM considera que este cable permitiría obtener una mejor energía, facilitando que en muchos momentos la central térmica de Maó pudiese paralizar la actividad, y por lo tanto reducir el impacto de sus emisiones.
Por otro lado, el segundo cable eléctrico entre islas facilitaría que los proyectos renovables en Menorca resultaran más rentables según el CEM.
«Permitiría exportar los excedentes de energía producidos fuera de la temporada turística. Celebramos que aparezcan proyectos privados que contribuyan a la descarbonización de Menorca, como la inversión de 58 millones para la construcción de un parque fotovoltaico que generaría 90 MWp y podría almacenar 180 MWh», ha valorado en un comunicado.
Además, el CEM ha solicitado celeridad al Consell de Menorca para cumplir los objetivos estipulados en la hoja de descarbonización que fija en 2030 que el 85% de la energía que se consuma proceda de fuentes renovables.
También se planteaba que en 2025 entrara a operar el segundo cable con Mallorca.
«No vemos que se puedan hacer realidad estos objetivos y pedimos que la administración pública agilice al máximo la consecución de los compromisos y facilite la implantación y tramitación de los proyectos que se presenten de energías renovables, reduciendo los tiempos administrativos e incentivando los proyectos de gases verdes», ha reivindicado.
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