La atención a las personas dependientes se vio resentida con las restricciones sanitarias. | Manolo Barro

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Las medidas de prevención frente a la pandemia de covid-19 obligaron, sobre todo durante los meses del estado de alarma, al cierre de centros de día en los que se atiende a personas mayores de 18 años en situación de dependencia. El cese de actividad de estos servicios conllevó un esfuerzo extra para las familias de estos usuarios, que vieron como se quedaban temporalmente sin unos recursos valiosos especializados para el bienestar de los beneficiarios y estos tenían que recibir las preceptivas atenciones técnicas en sus domicilios.

Para paliar las consecuencias económicas de esta anómala situación, el Consell abrió en noviembre una línea de ayudas individuales a los afectados. Se han recibido 118 solicitudes, que se prevé que esta misma semana sean analizadas por la comisión evaluadora para su posterior, si corresponde, aprobación.

De las 118 peticiones, 60 proceden de personas cuya dependencia reconocida viene motiva por tener una edad ya avanzada, mientras que las otras 58 corresponden a usuarios de centros de día con una discapacidad.

Las cuantías a recibir se asignarán en función del nivel de dependencia del usuario del centro de día, así como la renta disponible. El importe máximo por ayuda se ha establecido en 4.651 euros y se calcularán por mensualidades, siempre dentro del periodo comprendido del 1 de abril de 2020 al 31 de marzo de 2021. La partida asignada por el Consell a esta novedosa línea de ayudas, promovida por el departamento de Bienestar Social que lidera la consellera Bàrbara Torrent, asciende a 120.000 euros.