GREC trabaja con los presos del Centro Penitenciario de Menorca desde hace cuatro años.  | Gemma Andreu

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Favorecer la reinserción en la sociedad después de un tiempo en prisión, el proceso que requiere esa adaptación aportando las herramientas que la persona necesita es la función que desarrolla GREC Menorca con los reclusos del Centro Penitenciario de la Isla desde hace cuatro años.

Implantado a partir de la inquietud de la criminóloga y educadora social, Sonia Urgelles, que solicitó uno de los programas de GREC Mallorca para aplicarlo en la Isla al detectar que era necesario mientras impartía unos talleres voluntarios en la cárcel insular, el servicio está ya plenamente consolidado. En el último año, por ejemplo, han sido 40 los reclusos que han pasado por alguna de sus dos vertientes, la de atención individual y la que se da en los talleres de preparación con temáticas diversas que se ofrecen en el centro.

«Se trata de la preparación del recluso para la salida, bien porque ha cumplido la condena, por un permiso o porque va a pasar al tercer grado», explica Margalida Torres, educadora social y actual responsable del programa que instauró a finales de los 80 en Mallorca el denominado Grupo de Educadores de Calle y Trabajo con Menores (GREC), asociación sin ánimo de lucro para ayudar a personas en riesgo de exclusión social.

Es el equipo directivo del Centro Penitenciario el que detecta y deriva a los reclusos que pueden ser beneficiarios de este soporte fundamental para su reinserción, financiado por el Govern a través del 0,7 %del IRPF social.

A partir de un primer encuentro la educadora social hace un diagnóstico de la persona en cuestión que puede plantear unas necesidades, pero de esa primera entrevista pueden surgir otras trascendentes para su vuelta a la sociedad.

Es entonces cuando se inicia el seguimiento que continúa una vez el recluso está ya fuera de la cárcel. Juntos preparan las primeras acciones a realizar en la calle que, normalmente, pasan por las necesidades de vivienda, elaboración del currículum, primeros pasos para buscar un empleo a través del SOIB, y la ayuda para establecer comunicación en red con los recursos públicos a través de las nuevas tecnologías. GREC trabaja en contacto tanto con Pastoral Penitenciaria como con los organismos de los servicios sociales de los que disponen las instituciones.

El proceso puede prolongarse durante dos años, «los hay a los que solo prestamos ayuda en asuntos puntuales, pero por lo general el seguimiento se mantiene en el tiempo», señala Margalida Torres. Los objetivos, en este caso, se revisan cada medio año para adaptarlos a la realidad del momento.

El trabajo y la vivienda son las principales demandas de los reclusos atendidos en el programa, como pasos fundamentales para su reinserción.

La otra función de GREC Menorca es el acompañamiento a personas con diagnóstico mental, con un trato también personalizado. En este caso la financiación del programa corre a cargo de la Conselleria de Atención a la Dependencia, del Govern.