Un autobús de TMSA en Ciutadella | Archivo

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La normalidad que se respira en la mayoría de las actividades es ajena todavía al transporte regular de pasajeros. Las cifras de 2021 equivalen al 66 por ciento de los viajeros transportados dos años atrás en las líneas interurbanas de Menorca.     

Comparado con el año anterior, el del confinamiento y el rosario de restricciones y otras medidas que limitaron la movilidad individual, los números han emprendido claro carácter de recuperación. Pero la persistencia de la pandemia frena una recuperación más rápida.

El factor decisivo en la pérdida de volumen de pasajeros lo marca la ausencia de turismo extranjero, británico fundamentalmente el verano pasado. Fue la causa principal de que algunas rutas a las playas no se pusieran en marcha o tuvieran una frecuencia inferior.

Línea 1

El mercado interior ha tenido un proceso de recuperación más acelerado. La línea 1, que recorre la Isla entre Maó y Ciutadella y viceversa y es la que mayor volumen de viajeros concentra, tuvo el año pasado un proceso más acelerado de recuperación.   

Usaron esa ruta 413.013 viajeros, mientras que dos atrás la estadística arroja 482.459 pasajeros, solo un 14 por ciento más. La distancia se ha acortado más del doble que en la estadística que engloba todas las líneas.

El año 2020, aunque que no sirva de referencia, los ciudadanos que se movieron en bus en la principal línea interurbana de Menorca fueron 283.045.

El volumen total de pasajeros del servicio público de autobús    se cerró el año pasado con 1.532.673, mientras que en 2019 fueron 2.302.802. A las cifras globales contribuyen las líneas las playas vírgenes de la costa sur, que sumaron el año pasado 74.372 viajeros, si bien dos años atrás fueron 138.000. El dato está influido también por el perfil del turista del año pasado, nacional y con vehículo propio, menos propenso a utilizar el bus.   

La ruta que conecta Maó con Sant Lluís registró un buen comportamiento con 45.234 pasajeros transportados el año pasado. Dos años atrás fueron 54.743. Sin embargo, la de Es Castell, la segunda con más usuarios tras la L1, acusa una fuerte caída. El año pasado viajaron entre esa población y Maó 143.377 usuarios y dos años atrás fueron 230.150.

Salvo nuevos contratiempos, la Conselleria de Movilidad espera alcanzar este año un mayor nivel de normalidad.