Un farmacéutico supervisa el test de una clienta para validar su resultado y transmitirlo a Salud. | Josep Bagur Gomila

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La puesta en marcha del sistema de autogestión de bajas laborales por covid-19 a través de internet, el pasado 21 de enero, ha acortado las esperas y las gestorías pueden ver los datos del trabajador reflejados en la plataforma on line de la Seguridad Social en cuestión de una semana, cuando antes eran tres. Cabe recordar que Inspección Médica tenía un atasco de 12.000 bajas pendientes cuando se inició este sistema a través de la web covid.ibsalut.es/gestió, debido a la explosión de contagios que trajo la variante ómicron y la sexta ola pandémica.

Aún así, las gestorías consultadas por este diario aseguran que reciben consultas a diario tanto de trabajadores como empresas. «Estamos desbordados», afirma un responsable del área laboral de Gestoría Mantolán, «nos llegan muchas dudas, y tampoco a nosotros nos han dado ninguna directriz», añade, algo que se ha convertido en habitual a lo largo de la pandemia para numerosos gremios.

Uno de los mayores quebraderos de cabeza, derivado tanto de la tramitación digital como de las dudas de los propios empleados y del desajuste de fechas de altas y bajas, es la falta de sincronización de los datos aportados ante el IB-Salut y los que figuran en los informes de cotización de la Seguridad Social. No se trata de algo banal porque afecta a los sueldos de las personas que están de baja.

«Para hacer las nóminas con seguridad hay que poner los días correctos, se debe esperar a que los datos salgan en el informe de cotización del trabajador en la Seguridad Social», explican desde el departamento laboral de Orfila Assessors, SL. Si existe una discrepancia entre los datos la nómina será incorrecta, y los seguros sociales de la empresa (TC1) tampoco se ajustarán a la realidad. «La Inspección debe pasar los datos correctos a la Tesorería de la Seguridad Social y esa coordinación falla», añade este gestor, quien considera que «la intención de la web es buena y en general los trabajadores van haciendo esa autogestión, pero no todo el mundo tiene esa soltura ni se maneja bien en internet».

Como consecuencia del desajuste en los días de baja de Salud y los de la Seguridad Social, asegura que «a día 8 de febrero aún estoy rectificando nóminas del mes de enero» para que los datos queden confirmados correctamente en el sistema. Todo esto supone un trabajo extra, aunque después de lo vivido en 2020 y la tramitación de golpe de los ERTE motivados por el confinamiento, se sobrelleva como algo «farragoso»; lo que hubo en marzo de 2020 y los meses siguientes «fue peor, mucho más fuerte».

Accidente laboral

La covid-19 está equiparada actualmente a un accidente de trabajo, a efectos de la baja laboral. Esta consideración es únicamente a efectos de la prestación económica por incapacidad temporal de la Seguridad Social. El trabajador cobra el 75 % de la base reguladora desde el día siguiente de la baja en el trabajo, pero muchos convenios contemplan que la empresa complemente el 25 % restante, con lo que algunos empleados cobran el cien por ciento. Los gestores alertan de que el debate sobre si tratarlo como enfermedad o accidente ya está aquí, algunos consideran que ese 25 % no corresponde asumirlo a la empresas. ‘Gripalizar’ la covid-19 tendrá sus consecuencias no solo sanitarias sino también en el terreno laboral.

En la enfermedad común, los tres primeros días de baja corren a cargo del trabajador; del cuarto hasta los 15 días los cubre la empresa y a partir de ahí el INSS o la mutua. Si la covid-19 se equipara a la gripe se trasladaría la mayor parte de su coste a empleados y empresas, ya que son bajas en su mayoría de menos de 15 días salvo en casos graves.