La compra de viviendas retoma el pulso tras el freno provocado por los momentos más duros de la pandemia | Gemma Andreu

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Las inmobiliarias menorquinas aseguran que han cerrado el año 2021 con un importante repunte en el número de operaciones de compraventa, un aumento que queda reflejado en las estadísticas oficiales hechas públicas esta semana por el Institut d’Estadística de Balears (Ibestat). El pasado año se ha saldado con un total de 1.647 ventas, 362 más que en el año previo, lo que representa un incremento del 27,6 por ciento que rompe con la tendencia de dos años de caída de actividad.

«Ha sido un año muy positivo para el sector, con un crecimiento de operaciones y de importes» explica José Pons, director comercial de Bonnin Sansó, quien subraya que la mayoría de esas operaciones han    sido protagonizadas sobre todo por inversores de fuera de la Isla y con un nivel medio-alto. Segundas residencias y fincas rústicas son el perfil principal de propiedades, mientras «se mantienen y agravan con la pandemia las dificultades de los jóvenes menorquines para acceder a su primera vivienda por causa de la precariedad laboral y la inestabilidad».

Coincide con la valoración positiva del pasado año Pablo Mascaró, responsable de Marketing Digital de Portal Menorca, una agrupación de seis inmobiliarias de la Isla que en 2021 han registrado un incremento medio de las ventas del 66 por ciento. «El nivel del comprador ha subido, su perfil es el de gente que busca segundas residencias y solares para construir». Ambos coinciden en que la pandemia ha supuesto un efecto llamada para inversores de fuera de la Isla, atraídos por su tranquilidad y seguridad, su cercanía con la naturaleza y su accesibilidad. También señalan el atractivo de la creación de las nuevas oferta culturales.

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