Son Bou es una de las zonas turísticas en las que está ‘blindado’ el crecimiento de plazas hoteleras

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La intención del Consell de poner un nuevo límite al crecimiento de plazas turísticas se topará con las llamadas Áreas de Reconversión Territorial (ART), las zonas delimitadas desde la aprobación del PTI en 2003 para reubicar desarrollos urbanísticos, que de hecho ya se han visto eximidas de la moratoria de cuatro años para la creación de nuevas plazas turísticas, aunque es cierto que en casi 20 años apenas han sido desarrolladas. Entre las 16 áreas de reconversión que figuran en el PTI se contempla la posibilidad –intacta tras el decreto– de generar 10.800 nuevas plazas, más de 6.000 de carácter hotelero y el resto en edificaciones residenciales susceptibles de ser comercializadas turísticamente.

El equipo de gobierno del Consell ya ha empezado a abordar (tiene cuatro años para hacerlo) la limitación del crecimiento de plazas y, después de que Més per Menorca ya haya abogado por un decrecimiento de la capacidad, la presidenta de la institución, la socialista Susana Mora, reconoció este martes los condicionantes jurídicos con los que se topa ese planteamiento teniendo en cuenta que existen expectativas de desarrollo que de frenarse por parte de la administración podrían derivar en nuevas indemnizaciones: «Cesgarden puede crecer en 600 plazas en Son Bou, qué les decimos ahora, ¿que no van a poder?», reflexiona Mora, quien sí apuesta firmemente por «reevaluar el techo de plazas para adaptarlo a las necesidades actuales de Menorca».

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Mora considera que la necesidad de limitar las plazas turísticas ha llegado para quedarse y que, ante el gran crecimiento de la afluencia turística que se espera en las dos próximas temporadas, ni tan siquiera un cambio de gobierno en las elecciones del año próximo podrá evitar que los nuevos responsables tengan que abordar la imposición de un techo de plazas turísticas. Sin embargo, asume que el crecimiento cero o el decrecimiento es difícilmente viable, al menos en cuanto a los desarrollos previstos en las ART, aunque por el momento son en su mayoría zonas pendientes de urbanización.

En esas zonas también se prevé la creación de unas 4.750 plazas en viviendas que, por su ubicación, podrían acabar destinándose al negocio turístico. En este punto sí que el Consell tendría la facilidad de imponer un límite de plazas para el alquiler turístico que afectase a las urbanizaciones, el único lugar donde –salvo contadas excepciones– hasta la moratoria se podían crear nuevas plazas de alojamiento en viviendas. Es    precisamente en esa tipología de alojamiento en la que en los últimos años se ha vivido un auténtico ‘boom’, con la creación de cerca de 9.000 plazas en los últimos cinco, periodo en que los alojamientos hoteleros y apartamentos turísticos solamente han sumado menos de 2.000.