La presidenta Susana Mora, los consellers y los alcaldes reunidos este jueves, en Es Castell, trataron la situación en Ucrania | Gemma Andreu

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El Consell insular, a través de sus departamentos de Cooperación Internacional y Bienestar Social, abordará la crisis humanitaria abierta por la guerra de Ucrania tanto en la ayuda exterior como en acciones para apoyar a los ucranianos residentes. Para ello cuenta con el respaldo absoluto de los ayuntamientos menorquines. La junta de alcaldes trató la cuestión de la guerra en Ucrania, un punto que no estaba en el orden del día y que se introdujo por la urgencia de los hechos, dando lugar a una declaración institucional de condena de la invasión rusa y de solidaridad con el pueblo ucraniano. Otro acuerdo fue la aprobación por parte del Consell de una ayuda de 15.000 euros al Fons Menorquí de Cooperació, para destinarlos a ayudas a la población civil en Ucrania, así como la apertura de una cuenta bancaria, que gestionará también el Fons, para que todas las administraciones la difundan y a escala insular se puedan concentrar las donaciones destinadas a apoyar al pueblo ucraniano y a los desplazados por el conflicto.

La declaración institucional, que consta de ocho puntos, recoge «la condena enérgica y rotunda al ataque perpetrado por Rusia contra Ucrania» y en línea con la comunidad internacional, Menorca insta «al cese inmediato de la agresión y la retirada de los efectivos militares rusos desplegados en Ucrania».

Además se muestra la solidaridad con el pueblo ucraniano y se reclama el impulso de medidas que garanticen el derecho de asilo y el establecimiento de rutas legales y seguras para los desplazados. En este sentido la declaración constata la necesidad de que las personas que huyen de la guerra «tengan garantías de unas condiciones de acogida dignas en la migración forzada que genera el conflicto bélico».

Demandas concretas

La guerra y sus dramáticas consecuencias se colaron ayer en la junta de alcaldes pero antes los ucranianos residentes en Menorca ya habían sido convocados por sus ayuntamientos, como en el caso de Maó, donde se pudieron escuchar las demandas concretas y de primera mano de los afectados por la guerra. El alcalde Héctor Pons trasladó a la junta estas peticiones, que explicó en declaraciones a «Es Diari» que abarcan distintas problemáticas. «Hay situaciones de personas que tienen permiso de residencia pero no de trabajo», señaló Pons, «algunos tienen familiares que cobraban pensiones de Ucrania, no saben qué va a pasar ahora, si se seguirán percibiendo, y hay otras personas que necesitan acceso a la sanidad y los medicamentos, todas estas son cuestiones que el Ayuntamiento no puede arreglar pero las traslada», añadió. Por su parte, ucranianos que viven en la Isla siguen angustiados por la situación de los familiares que quedan en su país de origen, en ciudades que caen en poder de los rusos o que están luchando. Intentan organizarse, ponerse en contacto con voluntarios y colectivos de ucranianos en otras zonas de España, y transmiten sobre todo la necesidad de enviar medicamentos, para ayudar a los heridos, civiles y militares.

El Consell y los municipios, en su declaración aprobada ayer, se ponen a disposición del Govern balear y el Gobierno español para colaborar en cualquier actuación humanitaria y de acogida a refugiados.