En la última jornada de la feria, ayer domingo, pasaron por el Recinto Ferial del polígono casi 1.500 personas. | Gemma Andreu

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Darse un paseo por la recuperada Fira d’Estocs en el Recinto Ferial de Maó ha sido la actividad más elegida por los residentes en la Isla durante este pasado fin de semana. Ascome, organizadora del evento, ha contabilizado 5.380 visitas, lejos de las 10.000 de últimas ediciones, pero más que suficientes para dejar satisfechos a los responsables de los 22 comercios expositores.

La Asociación de Comerciantes de Menorca decidió enmendar la plana al Govern y asumir la organización de la feria aún a riesgo de las posibles pérdidas. El resultado, constata, ha demostrado que el Ejecutivo balear se equivocó o pecó de prudencia cuando aventuró que no podía organizarlo porque preveía unas pérdidas de 20.000 euros dada la baja inscripción.

El evento ha contado con el apoyo del Consell, que ha aportado 5.000 euros, además de la disponibilidd gratuita de las instalaciones cedidas por el Govern. «Hemos minimizado gastos», apuntó ayer tarde el presidente de Ascome, Vicente Cajuso, como por ejemplo, que cada expositor limpiara su stand a diario.

Vigilancia, limpieza general montaje y desmontaje serán los gastos que deberá pagar la asociación una vez se cierre el balance, aunque en el peor de los casos, Cajuso estima que el desajuste no irá más allá de unos 2.000 euros, una suma que no ofrece preocupación a los comerciantes «porque estábamos preparados para ello», señala.

«Lo que está claro es que las pérdidas no podían ser las que preveía el Govern», que quizás imputó cantidades «no ajustadas    a la realidad de la feria porque hubiera menos expositores», subraya el presidente de la asociación.Finalmente no llegaron a la meta que se habían marcado -30-, pero los 22 presentes han dado suficiente juego.

La positividad de los comerciantes y la afluencia de visitantes han arrojado un saldo positivo «porque también las ventas nos han acompañado».

En cuanto a una de las novedades de la edición post pandemia de la Fira d’Estocs, como era el servicio de entrega a domicilio, unas 20 personas lo han utilizado. «No está mal para ser la primera vez, aunque ya sabíamos que no habría una demanda excesiva», señala Cajuso.