La central de Maó sigue usando el fuel como principal combustible

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Casi medio año después de que la nueva Autorización Ambiental Integrada aprobada por el Govern impusiera la reducción drástica de funcionamiento de los tres motores diésel (se nutren de fueloil) de la central de Maó, la térmica sigue utilizando los grupos más antiguos y contaminantes como base de la generación. En el mes de enero, el último con estadísticas completas, la quema de fuel estuvo detrás de más del 70 por ciento de la producción, y solo hace falta ver los datos de generación en tiempo real que publica Red Eléctrica de España para darse cuenta de que el fueloil sigue utilizándose en la central de Endesa (y contaminando el aire) al mismo ritmo.

Desde que en septiembre del año pasado se anunciara que el funcionamiento de esos tres motores iba a reducirse a 500 horas anuales cada uno (hasta el momento operaban más de 8.000 horas), desde el Govern se daba por hecho que la medida sería de aplicación inmediata –este mismo martes la presidenta del Govern, Francina Armengol, afirmó ante el Parlament que ya se operaba con esa reducción–; sin embargo, desde Endesa revelan que no es así y que esa limitación debe recibir el visto bueno del Ministerio para la Transición Ecológica, quien tiene que autorizar el nuevo régimen de operación y las nuevas retribuciones por el cambio de uso de combustible.

Más allá del malentendido sobre la aplicación inmediata de la Autorización Ambiental Integrada, lo cierto es que el Govern, competente en materia ambiental, ha dado todos los pasos administrativos necesarios para primero reducir el uso de fueloil y después erradicarlo definitivamente. También –con mayor o menor premura– la empresa ha dado los pasos necesarios. Es al Ministerio, responsable de asegurar la seguridad del suministro y del régimen de retribuciones,    al que se le acumula el trabajo sobre Menorca y donde los planes de mejora de la térmica se están estancando.

No en vano hay que recordar que el Govern y Endesa también llevan más de cuatro meses pendientes de que el Gobierno apruebe la solicitud para que los tres motores diesel dejen de funcionar con fueloil para siempre y se pasen al gasoil, un combustible ligeramente menos contaminante. El cambio es sencillo a nivel técnico, pero solo ese pequeño paso se está dilatando en el tiempo. La espera perdía gravedad si se contaba con que la central ya había reducido drásticamente el uso de fueloil. Pero a la vista está que no es así.

Las cifras hablan

Desde la Dirección General de Energía y Cambio Climático del Govern tienen pleno convencimiento de que el Ministerio no será reticente a conceder esas autorizaciones, pero la redacción del preceptivo informe se está demorando más de lo esperado y mientras tanto la central térmica de Maó, una de las más contaminantes del país, sigue quemando fueloil a un alto ritmo.

Las estadísticas de generación de los últimos meses son elocuentes. Entre octubre –mes en que ya estaba vigente la nueva autorización ambiental– y enero, el último con estadísticas completas, la central ha generado con los motores de fueloil 75.773,2 megavatios hora (MWh). Un año antes en el mismo periodo fueron 76.595,3 MWh, una reducción de apenas un uno por ciento. En diciembre del año pasado el uso de fuel llegó a generar el 72 por ciento de la electricidad.