Las calles y la zona de Fornells lista para acoger los pisos de protección    oficial. | Josep Bagur Gomila

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Licitación del Ibavi por 2,2 millones de euros para construir un edificio de once viviendas protegidas y aparcamientos en Fornells. Estado: resuelta pero sin adjudicatario, el procedimiento se declaró desierto a principios de mes. Otra licitación, valor 107.024 euros, esta vez del Ayuntamiento de Maó para rehabilitar varios tramos de calles del municipio, con el mismo resultado: desierta.

La obra pública está perdiendo el interés de los constructores. No es por un único factor, pero entre todos el que más pesa es que el incremento del precio de los materiales no se refleja en los pliegos de condiciones de los proyectos que se licitan, «salen a precios por debajo de mercado», señala la directora general de la Asociación de Constructores de Baleares de CAEB, Sandra Verger. «Esta es la gran causa de que las licitaciones se queden desiertas y se van a seguir quedando desiertas», afirma contundente, y a continuación agrega que no es algo que deseen las empresas, que paran su producción y a sus empleados, pero no pueden presentarse a obras en las que, ya de entrada, pierden dinero, asegura Verger.

Una de las grandes obras que no ha reunido aspirantes ha sido el tramo de la carretera general que incluye el puente de L’Argentina, 2,5 kilómetros de vía desde Alaior. El Consell la licitó por 2,6 millones de euros y ahora tendrá que convocar otro concurso. Precisamente los proyectos de carreteras, viales y reasfaltado de calles se ven muy afectados por el encarecimiento de los derivados del petróleo, como son las mezclas bituminosas o asfálticas en caliente.

Según la Asociación de Constructores, la mitad de los materiales necesarios para la obra de la Me-1 estaban calculados un 20 por ciento por debajo de los precios actuales de mercado, «si a eso le sumas la mano de obra y otros materiales a precio de hace cinco años» el resultado ya es conocido y se repite, no hay licitadores. Coincide en estas apreciaciones José Olives Pons, presidente de la Asociación de Empresas de la Construcción y Promotores de PIME. «Muchas licitaciones salen a la baja y resultan poco atractivas», declara, al tiempo que subraya el riesgo que supone para las empresas optar a esos proyectos en el actual momento de inestabilidad de precios, «si hay una subida importante del coste de los materiales una vez asumida esa obra el problema es muy serio», señala.

Otros proyectos sí logran atraer licitadores aunque sean escasos, en muchos casos se presentan en solitario, sin competencia. Así ha sido en la promoción de nueve viviendas de protección en Es Migjorn Gran, otra licitación del Ibavi por 1, 4 millones de euros, que finalmente se adjudicó por 1,1 millones a la única empresa que concurrió, Antonio Gomila SA. También hay un solo licitador en la obra del Consell para mejorar el nudo de la rotonda de la Me-6, en el cruce con el polígono de Sant Lluís; se la lleva un licitador sin competidores, la UTE de Antonio y Diego SA y Melchor Mascaró SAU.

Del mismo modo un único licitador se presentó para la mejora y pavimentación del Carrer Estret en Ciutadella, adjudicada por el Ayuntamiento a M. Polo SL, que también es adjudicataria del proyecto para habilitar una zona de autocaravanas en Punta Prima, obra a la que optaron dos licitadores.