De media unos 300 vehículos diarios visitan Punta Nati en verano para ver la puesta de sol.

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El Consell Insular rectifica el anuncio de la semana pasada y asegura que las actuaciones en el aparcamiento de Punta Nati no suponen una ampliación de plazas para vehículos. En su lugar, habla de una «adecuación» del estacionamiento como «medida de seguridad», dado que el enclave concentra una alta afluencia de visitantes sobre todo en los meses de verano. Es decir, los trabajos en este espacio responderían a una reorganización del tráfico teniendo en cuenta que sea factible, por ejemplo, el acceso de vehículos de emergencias, además de velar por la protección del entorno rebajando la presión sobre el camino y las parcelas anexas.

La matización del Consell se produce tras las críticas del GOB y Esquerra Unida. Según la nota de prensa que la institución facilitaba hace una semana, las 50 plazas de aparcamiento existentes pasarían a ser 184. Como aclaraban este lunes en una nueva información, se trataría de «una zona cerrada para que se pueda utilizar en ocasiones determinadas y especificas, con el fin de delimitar y controlar el impacto en la zona, en lugar de encontrarnos con un impacto diseminado y sobre una mayor área como estaba pasado cada verano». Sin embargo, el escrito no deja claro en qué ocasiones se abrirá la nueva parcela.

300 coches al día

La ordenación del aparcamiento responde a un creciente flujo de personas en el lugar al tratarse de un enclave paisajístico de visita obligada para contemplar la puesta de sol. Según los datos de tráfico rodado en la carretera que va al faro, durante la época estival, hay una media de circulación de 300 coches al día y de estos casi su totalidad se acumulan entre las 19 y las 22 horas. Por tanto, un 95 por ciento de los vehículos que se desplazan a Punta Nati lo hacen para ver anochecer.

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Además, desde el Consell quieren poner en funcionamiento otras medidas lo antes posible con la voluntad de reducir el impacto del tráfico rodado a favor de una movilidad respetuosa con el lugar. Por un lado, se estudia la habilitación de un microbús lanzadera para reducir la movilidad motora.

Por otro, se prevé la contratación de un servicio de vigilancia en el aparcamiento durante las horas de más afluencia con el fin de avisar a los conductores, en el inicio del camino, cuando el aparcamiento esté completo.

También se propone implantar el uso de bicicletas eléctricas.