Cala Galdana será la zona turística donde se registrará una mayor actividad turística, con la mayoría de hoteles abiertos. | Josep Bagur Gomila

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La gran mayoría de hoteles no tienen tan claro como el Consell que este año la temporada se vaya adelantar excepcionalmente, al menos para ellos. Pese a las buenas previsiones de capacidad aérea que ha hecho públicas la máxima institución insular para Semana Santa, con una oferta de asientos que casi triplicaría las del año 2019 –justo antes de la pandemia–, la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) advierte de que los grandes hoteles y aparthoteles de la    costa menorquina que recibirán clientes en el próximo periodo vacacional serán una honrosa minoría.

La situación es completamente opuesta en el caso del resto de tipologías de alojamiento como son los agroturismos, los pequeños establecimientos de interior y las viviendas vacacionales. La patronal estima que alrededor del 90 por ciento de esta oferta –ampliamente representada por Ashome– está abierta o abrirá para Semana Santa y con muy altas ocupaciones. Los empresarios de este tipo de establecimientos muestran optimismo por la gran demanda que están registrando, aunque cabe tener en cuenta que el peso de las plazas de este tipo de alojamientos en el conjunto de la planta menorquina es muy reducido.

Excepciones

El adelanto a finales de marzo de un buen número de conexiones aéreas y las previsiones de capacidad sin precedentes sí han animado a algunos grupos hoteleros a dar el paso y adelantar la apertura al mes de abril de sus establecimientos de costa. Vale la pena mencionar a grupos como el Sagitario Hotels, que pretende abrir en abril prácticamente los diez establecimientos con que cuenta en la Isla. También destacar las apuestas de Set Hotels y Artiem Hotels, así como la presencia este año de cinco establecimientos que ya están abiertos (uno de ellos lo hace el 1 de abril)    para recibir turistas del programa del Imserso.

Desde Ashome subrayan tres zonas turísticas que vivirán una especial actividad, S’Algar, Fornells y Cala Galdana. Entre ellas destaca la última, donde los principales hoteles ya estarán abiertos, siendo una de las urbanizaciones en que se empezará a respirar un ambiente más parecido al de la temporada. También los hoteles de costa que estarán abiertos en Semana Santa reportan a la patronal un buen comportamiento de la demanda.

El hecho de que este año la Semana Santa caiga en fechas próximas al inicio oficial de la temporada turística, el 1 de mayo, podía hacer pensar que el impulso de Pascua serviría para iniciar ya con fuerza la campaña; sin embargo, las impresiones que está recibiendo la patronal no apuntan en esa dirección ya que la primera quincena del mes de mayo presenta un importante bajón de las reservas que no se anima hasta entrada la segunda quincena. Las previsiones para meses más veraniegos como junio, julio y agosto sí son netamente positivas.

Los hoteleros miran con recelo a las excelentes previsiones de capacidad aérea. En primer lugar porque son susceptibles de ir aguándose en función de la situación geopolítica y las decisiones al respecto de los operadores turísticos y compañías aéreas. En segundo lugar, porque desde la invasión de Ucrania las reservas cayeron en picado y solo se han recuperado a un ritmo notablemente inferior al que se registraba antes del conflicto. Voces del sector temen que esta temporada vuelva a estar marcada por una gran estacionalidad.