La zona de Son Bou, desde Cala Niu a Cap de Penyes, es la que corre más riesgo por el cambio climático | Efe

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En el año 2030 –apenas dentro de ocho años– cerca de 89 kilómetros de la costa menorquina, el 37,6 por ciento del total, presentará un nivel de riesgo medio o alto a sufrir las consecuencias del cambio climático, básicamente por problemas de erosión que pueden afectar tanto a los sistemas costeros, como al medio humano, socioeconómico y natural. Es una de las conclusiones a las que llega el exhaustivo trabajo de diagnosis que el Ministerio para la Transición Ecológica acaba de presentar como parte de la «Estrategia para la protección de la costa en las Illes Balears considerando los efectos del Cambio Climático».

El documento hace en primera instancia un análisis de la situación actual y marca las tendencias previstas en los niveles de riesgo. En el escenario actual la situación de Menorca es relativamente buena. Solo tres de las 35 unidades de gestión en las que la Dirección General de la Costa y el Mar ha dividido el litoral menorquín presentan ya un riesgo medio en relación a los efectos del cambio climático, lo que representa el 22 por ciento del perímetro insular. En cambio, no existe en estos momentos ninguna zona que presente niveles altos de riesgo, algo que cambia en el horizonte 2030, cuando empiezan a detectarse zonas de riesgo alto, alrededor de 26,7 kilómetros de costa, el 11,3 por ciento de la costa.

Las tres unidades de gestión (véase el mapa adjunto) que ya en la actualidad presentan un nivel medio de riesgo –las que están en peor situación– tienen una extensión considerable, de 52 kilómetros. La que está en peor situación y la que requiere de intervenciones más urgentes es la que va desde Cala Niu Llorc hasta el Cap de Penyes, que abarca la zona de Son Bou y presenta una vulnerabilidad alta para los medios humano y natural. La segunda zona con un mayor riesgo es la que va del Port d’Addaia a Cala en Tosqueta. La tercera es la que se extiende entre las playas estrechas de Cap de Cavalleria hasta el Cap Menorca, abarcando buena parte de la zona nororiental de Menorca.

El informe advierte de que con el paso de los años y ya en el corto plazo el número de zonas en riesgo irá incrementándose y para 2050 ya se espera que el riesgo se extienda por más de la mitad del litoral.

Por otro lado, el informe diagnóstico también señala algunos tramos de costa que tienen un «potencial significativo» de sufrir inundaciones. En concreto son la zona de Cala Degollador (Ciutadella) –toda la línea de costa que va del castillo de Sant Nicolau a Son Oleo–, el tramo final del río de Cala Galdana; la zona de Sa Rinconada, en Sa Mesquida; una pequeña franja de costa en Na Macaret; otro tramo al este de Binissafúller y la zona urbanizada más cercana a las aguas de la bahía de Es Grau.