En un principio Borja Saura García había anunciado que estos actos se desarrollarían en Cas Comte, el emblemático edificio que construyó la familia de Olives a principios del siglo XIX, hoy propiedad de la Fundación José María de Olives y de Ponsich, conde de Torre Saura, con entrada por la calle de Cas Comte y fachada monumental en la plaza des Born.
Para el próximo miércoles está prevista una reunión de Borja Saura con la alcaldesa Joana Gomila; la concejal de Fiestas, Gracia Mercadal; y los portavoces de los grupos políticos del Ayuntamiento de Ciutadella para acordar la celebración de las fiestas de este año. Según han avanzado fuentes municipales, «propondrán la celebración de las fiestas con normalidad, siempre que la evolución sanitaria y la normativa en vigor el mes de junio así lo permitan».
En declaraciones a MENORCA Es Diari, Borja Saura, ha apostado por celebrar Sant Joan sin restricciones: «Serán las fiestas de siempre, solo que después de casi tres años del último Sant Joan hay muchas ganas de fiesta entre todo el mundo y nosotros, por supuesto, somos los que más ganas tenemos», ha afirmado.
Can Simó
La casa señorial de Can Simó, situada en el número 11 de la calle de Santa Clara, en pleno centro histórico de Ciutadella, fue restaurada el 1940. Está catalogada en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico-Artístico de Ciutadella y lleva unos años sin ser habitada.
Tras ser puesta a la venta por 2,9 millones de euros, en 2019 fue adquirida por unos inversores franceses que anunciaron su transformación en un hotel de lujo con treinta habitaciones. La reforma del edificio, que ocupa una superficie de 1.600 metros cuadrados distribuidos en forma de «L» se presupuesto entonces en 1,4 millones de euros.
En la fachada principal de Can Simó destaca un gran arco con puertas de grandes dimensiones, presidida por un balcón en la planta primera. Además de esta entrada, por la calle Santa Clara, también cuenta con accesos desde la calle Sant Josep. En esta fechada se abre un tradicional boínder.
Borja Saura García, de 49 años, fue nombrado en 2019 por la Junta de Caixers Senyors para presidir el bienio 2020-2021. Tras designar a los dos caixers pagesos: Siscu Capó Ramón, l’amo de Son Saura, Es Banyul y Bellavista (Migjorn) y Jesús Bosch Pons, l’amo de sa Muntanyeta (Tramuntana); al caixer casat: Joan Moll Capella; y al caixer fadrí: José Benejam Biescas; y haber sido designado caixer capellà el párroco de Sant Antoni Maria Claret, Antoni Fullana, por el rector de la Catedral, Josep Manguán, se dio lectura a los nombramientos en la sesión del 9 de julio de 2019.
Pero las restricciones por la pandemia del coronavirus han impedido la celebración de las fiestas de Sant Joan en Ciutadella durante el 2020 y 2021, por lo que corresponde a esta Junta de Caixers presidirla durante el bienio 2022 y 2023.
Borja Saura, que dará continuidad al bienio 2018-2019 presidido por Julio de Olives, reside en México DF, está casado con la mexicana Alejandra Alatorre y son padres de trillizos. Mantiene estrecha relación con Menorca, a la que se desplaza con frecuencia.
Los padres Borja Saura son Juan Manuel Saura Mercadal, que fue caixer senyor del bienio 1962-1963, y Mercedes García Hernández.
Su hermano Gabriel presidió las fiestas de Sant Joan del bienio 1986-1987, mientras que su abuelo, Gabriel Saura Mariño, fue el caixer senyor del bienio 1930-31 y ejerció como decano de la Junta de Caixers Senyors desde 1979 a 1993.
17 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
el año que viene de caixer señor ..... el rey emerito. huido a Abu Dabi. asi los monarquicos estaran contentos
Nostromo pixes fora de test i per sa meua part pots pasar de venir per Ciutadella gent com tu no la volem carregats de envege i de rabia cap es Ciutadellencs i ja esta be, deixaunos en pau de una vegada i mirau cap a ca vostre que segur que prou teniu
O sigui que els protocols de la Festa permeten que el "senyor" empri una casa d'un foraster per les festes, pero per l'altra banda prohibeix la participació de les dones ciutadellenques? De veritat que tot plegat em sembla tan absurd ... ON SON ARA ELS QUE DEFENSEN LES TRADICIONS.
Se puedes hacer Sant Joan pero abriendo espacios. Que los Caragols se alarguen en Espacios. Por ejemplo que el Caragols des Born llegue hasta Sant Nicolau y los Caragols se Ses Voltes vayan de la Rotonda del Caballo hasta El Borne. Numerus Clauss para los jocs des Pla. Que para estoy todos tenemos mobil. Este año me toca a mi, El año pasado te tocó a ti. Los Caragols dee Santa Clara lo mismo, que se alarguen a Maß calles. Replecs populars dies abans del Dia des Be en las urbanizaciones. Que El IBI Lo gagan todos y los fiesta tienen que llegar a Maß calles. Los protocolos se tienen que respetar, tanto los de Sant Joan como los Sanitarios. Sino tendremos que ir a visitar a la alcaldesa en el Hotel de Sant Luis.
A nostrodomo no tienes ni puñetera idea que son las fiestas de ciutadella pero algo deben tener cuando los demas las quieren imitar ....... si no lo entiendes hastelo mirar
Muy salesiana, a lo UAASS veo a esta comitiva de Sant Joan. Estoy muy emocionado.
Nostromopara ser usted tan de derechas, vistos sus otros comentarios, es usted poco conservador, de las tradiciones.Es usted quizas ultraliberal?,definase,tengo curiosidad.Le gustaria a usted que participaran las mujeres?
A veces se lleva a casos extremos el feminismo y aquí la igualdad brilla por su ausencia. En lugar de tanta tonteria y hasta incluso discriminación hacia el sexo masculino los llamados progresistas deberían obligar que la ley se cumpliera. La ley dice que hombres y mujeres tienen los mismos derechos en estas fiestas queda patente que no.
aristasAra açò sí, dona ... ni una (dona dalt cavall vull dir, és clar).
Esta historieta de las casi "sagradas" fiestas de Ciudadela y sus grotescos protocolos, a menudo rozan el ridículo. Con una supuesta nobleza venida a menos, que en muchos casos como el actual, ni siquiera reside en esa población menorquina, en donde no posee tapoco ningún edificio histórico desde donde presidir los festejos, teniendo que verse obligado a utilizar un edificio abandonado propiedad de un grupo inversor extranjero. Es que da hasta risa por lo patético que es. Y a todo eso, las mujeres siguen discriminadas en dichos festejos en pleno siglo XXI, y tan contentas y sumisas a lo que manden los hombres... Realmente bochornoso.