Un trabajador de un complejo hotelero en Cala Galdana pone a punto la piscina para recibir a los primeros clientes. | Josep Bagur Gomila

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Los trabajadores de las empresas de alojamiento que vienen para hacer la temporada tienen cada vez más dificultades para encontrar vivienda de alquiler asequible, por ello los hoteles cada vez más optan por darles una solución habitacional, bien sea dentro del establecimiento o en apartamentos próximos. «El volumen de gente que viene de fuera disminuye, potenciamos que los trabajadores residan aquí», explica Luis Casals, presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome), «pero aún así necesitamos operarios y todos tienen problemas con la vivienda». Como ejemplo pone su propia empresa, en la cual la proporción de la plantilla que llega de fuera para la temporada es de en torno al 30 por ciento.

Cuando llegan se encuentran con un mercado del alquiler tensionado debido a la subida de precios y a la escasez de oferta. Esa es una de las consecuencias del cambio de modelo turístico, es decir, que más viviendas se destinen al alquiler de los visitantes, lo que ha reducido el número de viviendas disponibles para los trabajadores, afirma Casals, quien así lo expuso recientemente en el Ateneu de Maó, invitado para hablar en una tertulia sobre «El turismo que se nos presenta en la isla de Menorca». Casals dejó claro en ese foro que «los hoteleros no estamos en contra de esa diversidad de tipologías, las aceptamos, no queremos monopolizar el hospedaje, el mercado lo regula», aunque los empresarios buscan soluciones para alojar a sus trabajadores «si hay espacio en el mismo resort, aunque hay establecimientos que no pueden ofrecer esa estancia». Otros optan por comprar complejos de apartamentos próximos a los hoteles «para nuestro personal, los que pueden ya lo están haciendo» pero advierte que eso «es algo paulatino, es una solución a medio y largo plazo», mientras que el problema de la vivienda para sus empleados es algo del presente y que temen siga en el futuro.

El problema de los recursos humanos para la planta de alojamiento menorquina tiene tres patas, explicó Casals, el alojamiento, la estacionalidad y la profesionalidad. «Tenemos en cuenta esta situación, para poder captar mano de obra especializada debemos darles calidad habitacional y que puedan venir a Menorca», aunque insiste en que no todas las empresas tienen espacio para alojar a empleados o pueden invertir en comprar un inmueble próximo para destinarlo a esa finalidad.