El alumbrado público (Maó en la imagen) es el principal factor de consumo de los ayuntamientos. | MANOLO BARRO

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Las administraciones públicas locales no son ajenas al encarecimiento del precio de los carburantes y la electricidad. Una prueba de ello es que dos ayuntamientos de la Isla han anunciado ya modificaciones presupuestarias orientadas a ampliar las partidas reservadas en 2022 para este concepto. El resto están a la expectativa de lo que suceda en los próximos meses, incluso alguno asegura haber reducido el importe de su factura.

El Ayuntamiento de Maó es el caso más significativo. El pleno aprobó ayer una modificación de crédito para incorporar 1,9 millones de euros del remanente de tesorería de 2021. De este dinero, 760.000 euros se destinan a aumentar la previsión de gasto en electricidad, que pasa así de 840.000 euros a 1.600.000. «Es una estimación realizada por los técnicos muy holgada, generosa, porque no sabemos cuál será la evolución de los precios en los próximos meses», comenta el alcalde Héctor Pons.

Factores que se han tenido en cuenta son que en los tres primeros meses del año el consumo de electricidad se ha ‘comido’, aproximadamente, la mitad de la cantidad inicialmente presupuestada para todo 2022. Son los meses de mayor consumo, con calefacciones encendidas y el alumbrado público operativo más horas. A ello se le suma que la subasta de la Felib para el contrato marco de suministro al que Maó está adherido se ha saldado, también, con un encarecimiento aproximado del 50 por ciento, comenta el alcalde de la ciudad.

Héctor Pons recuerda que en los últimos años Maó ha incorporado nuevos espacios, como Ca n’Oliver. Esto aumenta el consumo a pesar de la adopción de medidas orientadas a la eficiencia y al autoconsumo que«permiten compensar un poco». El año pasado la factura de electricidad rondó para el Ayuntamiento los 670.000 euros. La modificación de crédito incluye, además, unos 100.000 euros extra para carburantes por la misma razón.

El otro consistorio que ha previsto ya una modificación de crédito para incrementar la partida presupuestaria destinada a pagar la factura de la electricidad es Alaior. En el próximo pleno se votará la ampliación del dinero previsto en aproximadamente un 20 por ciento, cuando ahora mismo la previsión de gasto anual ronda los 200.000 euros.

En el Ayuntamiento de Ciutadella, por ejemplo, han advertido que algunas partidas se están quedando cortas pero sin llegar al extremo de tener que modificar los presupuestos. El teniente de Alcaldía José López comenta que si la tendencia del mercado energético se mantiene los problemas podrían llegar en el último cuatrimestre del año.

Es Mercadal y Ferreries son otros dos municipios adheridos al contracto marco de la Felib. La alcaldesa Joana Febrer explica que de momento no advierte insuficiencia en los recursos asignados y Francesc Ametller aguarda todavía a que lleguen las primeras facturas del año. Tampoco en Es Migjorn Gran han detectado de momento incrementos exagerados en el coste de la luz, a lo que se suma el hecho de que la previsión presupuestaria ya se hizo bajo un principio de prudencia, sin ajustar.

El Ayuntamiento de Sant Lluís aprobó en su último pleno una modificación presupuestaria para el incremento en 10.000 euros de la partida reservada para el carburante de la calefacción de CEIPSant Lluís, ante el encarecimiento del combustible. Esperan amortiguar en el futuro la factura de la electricidad con las placas fotovoltaicas del aparcamiento de la zona deportiva (con obras ya en marcha) y del CEIP Sa Garriga, el edificio que más electricidad consume del municipio.

En Es Castell, la factura del primer trimestre ha bajado de 36.000 euros en 2021 a 33.500 en 2022, lo que el Ayuntamiento atribuye a las inversiones realizadas para mejorar la eficiencia de las instalaciones.