Un grupo de turistas del Imserso en Ciutadella | Josep Bagur Gomila

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Menorca ha dejado atrás la temporada baja con los registros de gasto turístico más altos de su historia. Desde noviembre del año pasado hasta el mes de marzo, del que esta semana se cerraron las estadísticas, los visitantes a Menorca han protagonizado un desembolso global relacionado con sus escapadas vacacionales de 53,26 millones de euros, una cifra obviamente muy menor en relación con lo que mueve el negocio turístico durante los meses de temporada, pero que sorprende en comparación con los inviernos previos a la pandemia, cuando ciertamente llegaban más visitantes, pero gastaban considerablemente menos.

Según los datos de la encuesta de gasto turístico publicada ayer por el Institut d’Estadística de Balears (Ibestat), esos 53,26 millones suponen 15,7 más que en el invierno 2018-2019, el que hasta ahora marcaba los índices más altos de gasto turístico. El incremento es prácticamente del 42 por ciento y como hemos visto no se explica por un aumento de llegadas. De hecho ha ocurrido todo lo contrario, el pasado invierno (siempre de noviembre a marzo) han llegado a la Isla según la encuesta Frontur 61.934 turistas. Son un 18,8 por ciento menos que hace tres años, cuando llegaron casi 76.000. La conclusión es lógica: vienen menos turistas pero gastan mucho más, lo que muestra por un lado un cambio de perfil de los visitantes, pero también puede reflejar el encarecimiento de las partidas relacionadas con las vacaciones, como puedan ser los desplazamientos, el alojamiento o la manutención, en un invierno marcado por la alta inflación derivada de las tensiones geopolíticas.

Detrás de ese cambio de perfil de los visitantes de invierno está el turismo extranjero, que siempre genera un mayor gasto en la organización del viaje y el destino que el mercado nacional. Llama la atención como en el último invierno han llegado a la Isla 14.707 turistas desde fuera de las fronteras españolas, casi cinco veces más que el año pasado, una comparación que no vale la pena tener demasiado en cuenta ya que las restricciones a los viajes estaban a la orden del día hace un año. Sin embargo tomando la comparación con el invierno 2018-2019, se observa como entonces llegaron en esos cinco meses analizados 10.231 extranjeros. El pasado invierno los extranjeros han supuesto casi el 24 por ciento de los visitantes, mientras que hace tres años ese porcentaje se reducía al 13,1 por ciento. Y eso tiene un reflejo claro en el desembolso global de los visitantes.

No en vano, si se atiende a la estadística de gasto diario por persona, se observa como los turistas extranjeros se han dejado este invierno en torno a 120 euros por persona al día, mientras que el gasto nacional ronda los 85 euros. Así, en la media de los últimos meses el gasto por persona y día se ha situado en 110,458 euros, mientras que en el invierno previo a la pandemia ese desembolso diario por visitante fue solo de 80,5 euros.