Autocares Torres es el encargado una vez más de la línea (la L69) que oferta de momento 19 frecuencias diarios de ida y vuelta, que pasarán a 39 en junio. El primer trayecto sale a las 8,15 horas de Ciutadella y el último regresa de Macarella a las 20,20 horas. La tarifa normal cuesta 8,40 euros para el viaje de ida y vuelta.
El Consell estima que este 2022 el número de pasajeros de esta ruta puede ser similar al de 2019, cuando entre mayo y septiembre se registraron unos 90.000 viajes, entre la ida y la vuelta, y se recomienda reservarlo con antelación.
Informadores, desde el sábado
Los informadores de los accesos a las playas vírgenes empezaron la temporada el pasado sábado, cuando también se activaron los paneles luminosos que informan del estado de los aparcamientos de Son Saura, Cala en Turqueta, Macarella y La Vall.
5 comentarios
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Me sembla increible que posin bus per anar a Macarella i els diumenges no hi ha bus per anar a Cala Galdana.
@gabilom57, ahora es una, pronto seran 20. Tenemos que salir los residentes para que puedan entrar otros, tenemos un gran problema. Nunca he tenido en la mayor parte de mi vida, problemas para ir a playas. Ahora si y esto va en aumento. Gente local quitada del puerto para poner barcas de alquiler o transeuntes. No tener acceso a playas. Prohibido acampar. Sin aparcamiento en ningún lado. Cuevas cerradas... y me quedo corto. Pero a ti te parece poco. Asi nos va!!
AturditAnda que no hay playas...
Por el bien de los turistas se nos veta a los residentes ir a ciertas playas. En la península las restricciones son para los de fuera, a los residentes se les permite circular y más privilegios. Hemos llegado a un punto en el que vivimos en un espacio reducido, nos meten con calzador miles de personas, muchas de ellas con el incivismo subido y encima nos aplican las mismas restrinciones. No tienen en cuenta que ellos vienes una semana o quince días y vuelven a su casa con la libertad y los privilegios como residentes en el lugar que viven, a nosotros nos imponen restrinciones TODO el verano, casi medio año, cuando deberíamos poder disfrutar del lugar donde vivimos y donde pagamos los impuestos que no son pocos ni baratos. Tenemos media isla vetada porque hasta los hoteles ocupan la arena de nuestras playas con sus trastos para que el turista pueda "descansar" algo que se nos priva a los de aquí. A ver el turista viene unos días, nosotros vivimos aquí, es hora que piensen en nuestro bienestar que ni dormir ya te dejan.
S'ha acabat sa platja per es residents. Fins l'any qui ve si deu vol!