Barca amarrada en los muelles en Alcalfar. | MANOLO BARRO

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El conseller de Movilidad y Vivienda, Josep Marí, ha recalcado este martes durante el pleno del Parlament que los amarres del litoral de Sant Lluís eran autorizaciones temporales de cuatro años y ha apuntado que «tras una serie de advertencias, se ha determinado que no se querían o podían renovar».

Sin embargo, el conseller ha asegurado que le «consta» que hay negociaciones para que este año se pueda arreglar esta cuestión y ha hecho hincapié en que el Plan Director de Puertos de Baleares, «ayudará a que no se vuelvan a dar situaciones de estas características».

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Marí ha contestado así al diputado de Ciudadanos José Méndez, quien ha denunciado la «drástica reducción» de amarres y puntos de fondeo en la isla. En concreto, se ha referido a los 480 amarres que desaparecen en Sant Lluís «debido a un informe de 2003» que, tal y como ha remarcado, se suman a los 40 amarres inutilizados en Fornells por las obras y el cambio en las concesiones en el puerto de Mahón que afecta a otros 48 amarres.

En esta línea, el conseller ha reconocido que esta temporada estarán afectados temporalmente 40 amarres en Fornells. Sin embargo, ha confirmado que el verano de 2023, una vez hayan finalizado los trabajos, habrá 77 amarres más que hasta ahora.