Obras de la residencia geriática de Santiago, primer proyecto de la Isla financiado con fondos europeos. F | Josep Bagur Gomila

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Si alguien ha osado acceder a la financiación de algún proyecto sostenible con cargo a la línea de 755.383 euros de los fondos Next Generation para la Reserva de Biosfera de Menorca se habrá dado de bruces. La convocatoria limita los beneficiarios al Consell y ayuntamientos, según ha podido comprobar Jesús Cardona, miembro del IME, que se había interesado por estos recursos.

Teóricamente también podían acceder asociaciones y onegés y entidades de custodia del territorio con sede social en Menorca y universidades y entidades de investigación, pero en la práctica no ha sido posible. Los proyectos han de contar, en todo caso, con el aval de la Agencia de la Reserva de la Biosfera de Menorca y ser presentados en 15 días. Lo relata en Twitter tras recorrer un complejo itinerario por las webs oficiales «donde encontrar información suele acabar en frustración, pero también demuestra la desidia con la que se ha hecho todo», comenta a este diario.

Esta línea forma parte del primero de los cuatro ejes, la transición ecológica, en los que se desglosa la financiación extraordinaria que reciben los estados dentro de su plan de recuperación. Los otros hacen referencia a transformación digital, cohesión social y territorial e igualdad de género.

Cardona considera que el mensaje hoy de la ciencia recoge el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el declive de los combustibles fósiles, que es la problemática que debería ser atendida preferentemente con los fondos europeos, además de asegurar la seguridad alimentaria y el suministro energético, que son prioritarios.

Su experiencia coincide con la queja expresada desde hace meses por asociaciones empresariales, que también observan que la financiación europea no sale de la esfera de la administración. La recuperación que inspira la política europea con la habilitación de estos fondos solo se alcanzará, sostienen, a través de la empresa.

Hormigón

Por otra parte, la pobre dotación de la línea dirigida a proyectos de la Reserva y el acceso limitado de la misma a las instituciones públicas contrasta con otros proyectos mucho mejor dotados en la comunidad balear y con una tipología muy distinta. «Hace muchos años que en las Illes Balears el medio ambiente es solo mirar hacia otro lado (...) Para promoción del turismo, tender asafalto y hormigón los euros se gastan con alegría», denuncia.

La reflexión viene a cuento del listado de los últimos 19 «proyectos estratégicos» aprobados por el Govern, entre los que figura solo uno específico de Menorca, el plan de sostenibilidad turística de Maó Port Sostenible dotado con 3,6 millones.

En cambio, el mejor dotado es un proyecto para convertir el cinturón de ronda E10 de la ciudad de Eivissa en bulevard verde urbano, 60 millones. Salvo una planta de compostaje de biorresiduos en Llucmajor, el resto son en su mayoría proyectos de mejora de infraestructura o de servicios públicos como la adquisición de flota de vehículos de transporte sanitario terrestre urgente, dotado con 10,5 millones.