El colectivo profesional reclama que se apueste por la rehabilitación y uso de espacios como el Llatzeret. | R.L.

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La Delegación en Menorca del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears considera que «la protección del paisaje y la biodiversidad» tienen en el anteproyecto de Ley de Reserva de Biosfera un desarrollo «mucho más determinado que la protección del patrimonio construido». El colectivo profesional indica que las referencias al respecto incluidas en el Plan Territorial Insular «requieren una mayor concreción» para que esta salvaguarda sea eficaz.

En un listado de sugerencias sobre la ley remitido a los partidos políticos, el Colegio entiende que «sería necesario concretar la voluntad de mantener, rehabilitar y facilitar nuevos usos en los edificios históricos, así como los grandes monumentos que incluyen usos públicos o de residencia colectiva», además de los edificios catalogados en general.

Además, los arquitectos creen que el Consell debe «tener un papel central en la gestión del proceso» puesto que, por ejemplo, es el titular del Llatzeret y de la función reguladora del Servicio de Patrimonio. El Colegio ve como una «anomalía que estas funciones no sean atendidas contando con un arquitecto». Por ello, propone incorporar un profesional competente para los proyectos, dirección de obra y gestión de estos inmuebles públicos.

Saneamiento

En cuanto al artículo que establece la necesidad de realizar un control del rendimiento de las depuradoras privadas, los arquitectos de Menorca entienden que convendría limitarlo a las zonas que cuenten con indicadores desfavorables, evitando así la acumulación de expedientes. Además, anticipan que la medida no tendrá un efecto práctico ya que «los ayuntamientos han dejado de lado la ejecución de redes de alcantarillado». Ante esta situación, el colectivo profesional indica que tendría que plantearse el reto de que todas las urbanizaciones dispongan de saneamiento,«se podría hablar de una oficina de gestión urbanística que impulse la resolución de este problema a nivel insular».

Sobre la agenda urbana, se reclama más concreción, con líneas de ayudas y viviendas reservadas para necesidades urgentes, personas desvalidas y fomento del acceso a un hogar de los residentes, entre otras cuestiones. Los arquitectos cuestionan además que la posibilidad de limitar accesos sea una medida válida para proteger el paisaje.