Carteles y señales a la entrada del casco urbano advierte ya de la restricción. | Josep Bagur Gomila

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El Ayuntamiento de Es Castell ha repartido hasta la fecha un total de 4.700 tarjetas para identificar a los vehículos que tienen autorización para aparcar en las calles del centro durante las noches del verano. La gran mayoría, 4.300, corresponden a vecinos, mientras el resto se han acogido a los supuestos especiales previstos en la ordenanza municipal.

Este miércoles ha entrado en vigor la ordenanza reguladora del aparcamiento de vehículos en las calles del casco urbano comprendidas entre Fontanilles, carretera de Maó, Sant Josep y el mar. Esta determina que entre las 18 horas y las 12 de la noche en el periodo comprendido entre el 15 de junio y el 30 de septiembre solo podrán aparcar aquellos vehículos cuyo impuesto de circulación sea abonado en Es Castell. Sin embargo, durante 15 días se aplicará con carácter informativo, es decir, no serán multados los que incumplan la norma.

Para no ser multado por aparcar en estas calles no basta con ser vecino, sino que debe demostrarse a través de la tarjeta (tipo A) que identifique a sus vehículos como tales o como cumplidores de alguno de los supuestos especiales (tipo B). Entre estos figuran los servicios técnicos y de reparación, mediante el impuesto de actividades económicas, trabajadores de negocios encuadrados en la zona y clientela de los establecimientos hoteleros ubicados en este entorno.

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El martes, un día antes de la implantación de la medida, el Ayuntamiento comunicó su decisión de abrir un periodo informativo de dos semanas con el fin de facilitar la necesaria adaptación a la que habrán de someterse los vecinos y, sobre todo, los visitantes, que necesariamente habrán de dejar el coche fuera del entramado viario de la población.

El objetivo de esta medida es establecer una prioridad para los residentes en la población durante la temporada estival, lo que supone de facto la prohibición para los vehículos de fuera de aparcar durante ese horario en las calles del casco urbano.

Entre las excepciones a la novedosa norma figuran las motocicletas, ciclomotores, bicicletas, los vehículos de emergencia y servicios públicos y aquellos que utilicen las personas con movilidad reducida.

Las restricciones no afectarán tampoco a las urbanizaciones de Santa Anna, Sol del Este, Son Vilar y otros núcleos municipales.