Protagonista de portada. La consellera Gomis este sábado en «Es Diari», donde ofreció explicaciones sobre su renuncia | D.M.

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No está disgustada por dejar el cargo, valora lo positivo de la experiencia en la administración, pero «me duelen las formas», explica al día siguiente de haber presentado su dimisión como consellera de Movilidad y como miembro de la corporación. Francesca Gomis admite que le forzaron a renunciar y que los problemas de salud son una excusa para salir al paso de la decisión pero no el verdadero motivo.

Es cierto que pasó la covid, pero hace más de un mes, la auténtica razón de su marcha se halla en la pérdida de confianza en el seno de su grupo. Esa situación habría sido trasladada a la presidenta Susana Mora y esta le transmitió directamente el dilema, «o te vas o tengo que cesarte, mejor si buscas motivo para explicarlo». A las 24 horas, el viernes, tuvo la respuesta.

Sospecha que fue el vicepresidente Miquel Àngel Maria quien trasladó el mensaje a Susana Mora, quien ha preferido no hacer declaraciones. El distanciamiento no ha sido cosa de un día, Gomis lo reconoce, «parece que el partido no estaba contento conmigo, no tenía ya su confianza», confiesa. Las cosas cambiaron para ella desde que hace justo un año dejara la institución Maite Salord.

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También admite que los últimos pinchazos en la gestión de su departamento, VTC, carretera, («en la que he estado tres años desenrendado líos de contratos, proyectos y expropiaciones mal hechas»), medidas de choque en el transporte regular y, sobre todo, la crisis del Jaleo Bus habían creado un clima de horas bajas, pero asegura que las decisiones tomadas en todos los casos eran compartidas o conocidas por todo el equipo de gobierno, «todo lo que planteé tenía su apoyo», afirma.

Jaleo Bus

Admite su responsabilidad en la gestión del Jaleo Bus, que finalmente ha desencadenado la crisis que ha acabado con su carrera política. Pero extiende también la responsabilidad a sus dos directores insulares, «que se ocupan de los detalles, no puedo llegar al día a día», explica.

El de transportes, Damià Moll,      «sabía desde enero que habría problemas de disponiblidad de autocares, se lo habían advertido los técnicos, yo no lo supe hasta el 9 de junio, en 15 días ya no tenía arreglo», declara. No cree que quien hasta ahora había sido su mano derecha haya tenido un comportamiento leal.

«Estoy decepcionada con Damià Moll, hace medio año que sabía que tendríamos problemas para montar el Jaleo Bus y lo ocultó», señala dolida.